El inicio de la vacunación frente a la infección por el SARS-CoV-2 ha sido una noticia largamente esperada. Ha supuesto un punto de inflexión en el desarrollo de la pandemia de la COVID-19 y es un proceso en el que los profesionales de Enfermería desempeñan, una vez más, un papel destacado, en la primera línea de actuación sanitaria.

Gestión El primer paso en el que intervienen los profesionales enfermeros y enfermeras frente a la COVID-19 es el de la propia gestión del proceso de vacunación, en cada ámbito, de acuerdo a las directrices de las autoridades sanitarias y en coordinación permanente con el departamento de Salud.

Preparación de las dosis Por otro lado, una tarea muy delicada y absolutamente clave es la preparación exacta de las dosis de vacunación a partir de los viales, proceso que igualmente desempeñan enfermeros y enfermeras.

No hay que olvidar las especiales y distintas características en cuanto a conservación y preparación de las dosis según sea la vacuna, ya que algunas hay que diluirlas, otras no, unas precisan de una cadena de frío a muy baja temperatura, etc. Y todo ello, sin descuidar la necesidad de contar con profesionales perfectamente formados y con el material adecuado.

Administración La administración de la vacuna es quizá la parte más visible de la participación de los profesionales de Enfermería en el proceso de vacunación.

En este sentido, se ha establecido un procedimiento de vacunación en diferentes grupos. En primer lugar, se sitúan las personas que viven en residencias y profesionales del sector sociosanitario, incluyendo las citadas residencias, centros de día, viviendas comunitarias, pisos de acogida y residencias de congregaciones religiosas.

La vacunación de los profesionales sanitarios, por orden de prioridad según su riesgo de exposición al coronavirus, era algo también prioritario y que ya se está a punto de finalizar. Otro grupo lo constituyen el de las personas mayores en general, desde los 80 años en adelante, comenzando por el segmento etario mayor de 100 años, ya finalizado; la vacunación se efectúa por franjas de edad y en orden descendente.

De igual modo, se ha comenzado la vacunación de los grupos prioritarios esenciales, como son el personal de las fuerzas y cuerpos de seguridad, personas con gran discapacidad, servicios de atención a domicilio y profesorado, entre otros.

También, ya está prevista la vacunación del grupo con un mayor número de población, como son las personas con edades comprendidas entre los 18 y los 65 años, donde la Enfermería deberá responder a una demanda masiva de vacunación, organizada en grandes centros.

Registro Por último, y no por ello menos importante, se encuentra el papel de los enfermeros y enfermeras en el registro del proceso vacunal en la historia clínica de cada paciente. En cada caso, se codifica un cuestionario estandarizado con aspectos ligados tanto al propio paciente como a los de la propia vacuna que recibe.

Estos datos son esenciales para mantener un adecuado control y organización del proceso de vacunación poblacional, al igual que para mantener una adecuada trazabilidad del proceso y permitir la farmacovigilancia.

Una vez más, las enfermeras y enfermeros se encuentran en primera línea de los cuidados de la salud de personas, familias y comunidades.