La pandemia ha impuesto unas hábitos nada saludables para la salud visual de la población. Pasar más tiempo delante de pantallas y en espacios interiores y reducir las visitas a la consulta de los oftalmólogos son algunos de ellos, lo que está provocando un empeoramiento de la salud ocular en los ciudadanos, hasta el punto de darse casos de pérdida de visión irreparable en pacientes con patologías previas o no detectadas.

Son las conclusiones a las que han llegado los especialistas encargados de elaborar el Informe #VisióndeFuturo: la salud ocular en tiempos de coronavirus”, elaborado por un grupo de trabajo de expertos de cinco clínicas oftalmológicas de referencia en España y Portugal como son las clínicas Oftalmológica Das Antas (Oporto), Martínez de Carneros (Madrid), Nivaria (Santa Cruz de Tenerife), Rahhal (Valencia) y el Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (Bilbao).

Presentado recientemente por el doctor Durán del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (ICQO) de Bilbao, el estudio resalta que el tiempo que se pasa delante de las pantallas es lo que más está afectando en el empeoramiento de la visión.

Los expertos consultados para la realización del informe apuntan al teletrabajo como la principal causa, al pasar en casa mucho más tiempo seguido mirando la pantalla.

Del informe se extrae también las consecuencias de pasar más tiempo en espacios interiores y mal iluminados, por lo que se recomienda que, durante el teletrabajo, se busque una habitación lo más grande posible con iluminación natural. Por último, analiza que los espacios incorrectamente humidificados generan más problemas oculares. El uso continuo de pantallas y permanecer en un espacio con la calefacción o el aire acondicionado son situaciones que favorecen la sequedad ocular y afectan a la salud visual.

El Dr. Juan Durán considera que, “se ha intensificado el uso de la visión cercana e intermedia, que ocurre cuando miramos a unos 60-80 centímetros”, lo que sucede al trabajar con un ordenador o cocinar. “Aunque el ser humano está programado para ver de lejos -añade- nos hemos convertido en una especie que mira todo de cerca, incrementándose así problemas como la presbicia o la miopía”.

Como consecuencia de ello, la mayoría de los expertos consultados para la elaboración del informe, señala a la miopía como el trastorno que más está afectando a los menores de edad motivado por la pandemia. Si bien ya estaba considerada una epidemia infantil antes del covid-19, ahora, insisten los oftalmólogos, la tendencia hacia un mayor uso de pantallas y a permanecer más tiempo en casa puede provocar que su frecuencia sufra un aumento aún mayor en los próximos años.

El Dr. Durán, por su parte, considera que “no sería de extrañar que hubiera un aumento de miopía bastante importante en los próximos años. Para revertir la situación, es aconsejable que los niños hagan más actividades al aire libre y eviten permanecer tanto tiempo ante pantallas electrónicas, forzando la visión cercana o intermedia”.

En el caso de los adultos, el ojo seco es el trastorno identificado como más prevalente a causa de la pandemia. El uso frecuente de mascarillas incrementa la sequedad ocular, pero también dedicar mucho tiempo frente a pantallas o trabajar muy intensivamente con el ordenador, al disminuir la frecuencia de parpadeo.

Para descansar la vista y ayudar a una correcta hidratación del ojo, el director médico del ICQO recomienda la regla del 20-20-20: que consiste en que cada 20 minutos de trabajo con el ordenador se mire durante 20 segundos a lo lejos, a una distancia de 20 pies (6 metros). “El descanso visual es fundamental para remitir los síntomas del ojo seco”, añade.

Es muy importante también trabajar en un ambiente iluminado y humidificado correctamente, dado que la sequedad ambiental causada por la calefacción o por el aire acondicionado puede empeorar el trastorno.Revisiones rutinarias

Revisiones rutinarias

El informe alerta a su vez que el miedo al coronavirus está disminuyendo las visitas rutinarias a las clínicas oftalmológicas, sobre todo de mayores de 65 años. No obstante, pone de manifiesto la importante de dichas revisiones, al permitir detectar de manera temprana patologías tan importantes como la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE), la retinopatía diabética o el glaucoma, con el consiguiente riesgo de pérdidas de visión irreparables. El pronóstico de pacientes con DMAE es el que más ha empeorado durante la pandemia, seguidos de los que padecen retinopatía diabética y glaucoma.

Para el Dr. Durán, el problema es que tanto la DMAE como la retinopatía diabética, como el glaucoma, son enfermedades que, sobre todo en estadios iniciales, no son sintomáticas; por eso, muchos pacientes no han considerado prioritario acudir a revisión durante la pandemia: “Durante la pandemia, hemos detectado un empeoramiento causado por la reducción a revisiones. Son enfermedades que necesitan un seguimiento porque, cuando dan la cara, muchas veces ya es demasiado tarde”.

Otro aspecto que se ha detectado a causa de la pandemia es que se han retrasado las intervenciones de cataratas previstas, lo que perjudica gravemente a la calidad de vida de los pacientes que, por su mala calidad visual, tienen un mayor riesgo de accidentes de tráfico, caídas, fracturas e, incluso, de un empeoramiento de sus problemas neuronales o psicológicos.

“Aunque la mayoría de las intervenciones de cataratas no se pueden considerar urgentes, hay un momento idóneo para operarlas. Si las dejamos formarse mucho, se hacen más duras y las cirugías son más complejas: el ojo del paciente podría sufrir más”, ratifica el Dr. Durán.

Respecto al miedo de contagio del covid en las consultas, los especialistas preguntados por las medidas higiénico-sanitarias que cumplen las clínicas oftalmológicas, subrayan que la evitación de contagios ha sido y es una prioridad que se cumple con estrictos estándares de seguridad.

Por su parte, el doctor Durán puntualiza que, “especialmente en la Oftalmología, las medidas son exhaustivas frente al covid-19 tales como el uso continuo de mascarilla, higienización constante, control del número de pacientes espaciando las visitas, ventilación recurrente, realización de pruebas periódicas de detección al personal y realización de pruebas PCR a pacientes antes de intervención quirúrgica...”.

Recomendaciones en beneficio de la visión

1. Permanecer en espacios lo más abiertos posible y correctamente iluminados.

2. Trabajar en ambientes correctamente humidificados.

3. Realizar descansos visuales.

4. Tratar de utilizar menos la visión cercana o intermedia.

5. Para los momentos de ocio, elegir siempre preferentemente pasar más tiempo al aire libre.

6. Evitar los reflejos en las pantallas.

7. Parpadear más y mejor.

8. Acudir a revisiones periódicas de la vista, anualmente en edades críticas (en edades tempranas, durante el embarazo, o por encima de los 40 años).

9. De padecer una patología ya detectada, no descuidar sus tratamientos o intervenciones.

10. Ante cualquier síntoma, acudir a un médico especialista en Oftalmología.