LA frecuencia de la esclerosis múltiple ha aumentado progresivamente a lo largo de las últimas décadas, especialmente en las mujeres. La Sociedad Española de Neurología (SEN) cifra la enfermedad en más de 50.000 personas afectados en España, de las que 3 de cada 4 pacientes son mujeres.

A estas cifras que muestran los estudios más recientes, hay que añadir que cada año se producen más de 1.900 nuevos casos de esclerosis múltiple en el Estado, puesto que es una enfermedad que ya registra una incidencia de 4,2 nuevos casos anuales por 100.000 habitantes. España es, por lo tanto, un país con una prevalencia e incidencia de la enfermedad media-alta.

Los datos han sido dados a conocer durante la celebración del Día Nacional de la Esclerosis Múltiple, que se ha celebrado este mes de enero, con la pretensión de dar a conocer esta enfermedad crónica, autoinmune, inflamatoria y degenerativa del sistema nervioso central, que ya supone la primera causa de discapacidad no traumática en adultos jóvenes.

La enfermedad, que provoca discapacidad física y cognitiva, así como un alto impacto en la calidad de vida de los pacientes, suele comenzar en personas en torno a los 25-30 años. No obstante, también existen casos de esclerosis múltiple pediátrica (solo el 5% de los pacientes que sufren esclerosis múltiple debutan antes de los 18 años) o de esclerosis múltiple de comienzo tardío, con inicio posterior a los 50 años, aunque son casos muy poco frecuentes en el Estado.

En cuanto a su incidencia en todo el mundo, actualmente se estima que padecen la enfermedad unos 2,5 millones de personas, mientras que en Europa afecta a unas 700.000 personas. Los estudios de prevalencia más recientes indican que, en España, la frecuencia de la enfermedad ha aumentado progresivamente a lo largo de las últimas décadas hasta alcanzar en la actualidad los 80-180 casos por 100.000 habitantes.

Aunque existen varias formas de presentación y evolución de la esclerosis múltiple, y los síntomas de la enfermedad varían enormemente, desde hormigueos, adormecimiento de uno o más miembros, pérdida de agudeza visual, debilidad, dolor, fatiga o rigidez muscular. lo más frecuente es que la enfermedad se presente en ‘brotes’, es decir, la aparición brusca de nuevos síntomas neurológicos, según ha puesto de manifiesto el doctor Miguel Ángel Llaneza, coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la SEN.

ENFERMEDAD SIN CAUSAS CLARA Respecto a las causas que hacen que se inicie esta enfermedad, estas no están nada claras. Al parecer, se produce por una respuesta autoinmune anómala en individuos genéticamente predispuestos, sobre quienes ciertos virus o factores ambientales, como el virus de Epstein-Barr, el tabaco, los niveles bajos de vitamina D o un elevado índice de masa corporal durante la adolescencia, podrían influir en el desarrollo y la progresión de la enfermedad. A todo ello, parece indicar que las mujeres muestran una mayor susceptibilidad.

No obstante, el diagnóstico temprano, que actualmente se produce entre uno y dos años desde el inicio de los síntomas, y la mayor efectividad y comodidad de los tratamientos han determinado mejoras en la evolución de la enfermedad.

A estas conclusiones ha llegado el estudio recientemente presentado en la LXXI Reunión Anual de la SEN, ‘Impacto Sociosanitario de la Esclerosis Múltiple (EM) en España: Cambios en la percepción del paciente en la última década’, realizado sobre 500 pacientes en más de 60 hospitales españoles en los que, en la última década, se aprecia una mejora percibida en el estado de salud general, una disminución del grado de discapacidad y necesidad de ayudas, y una mayor aptitud laboral entre pacientes socio-demográficamente comparables de esclerosis múltiple.

El 52,5% de los encuestados perciben su estado de salud bueno o muy bueno, frente a solo el 33% de las personas que lo afirmaban hace 10 años. Más del 60% opina que su calidad de vida depende en gran medida de los medicamentos o ayuda médica y que su calidad de vida ha mejorado debido a la asistencia recibida, frente al 40% registrado hace una década.

Como dato más significativo destaca, por ser un dato positivo, que el 82% de los encuestados mantiene su movilidad independiente (frente al anterior 27,5%), y que solo el 11% requieren apoyos (48,5%) y el 7% silla de ruedas (23%). Además más del 48% de los pacientes entrevistados son laboralmente activos, frente a solo el 26,5% que lo era en el anterior estudio.

“El inicio temprano del tratamiento y la evaluación también temprana de la respuesta terapéutica son básicos para mejorar el pronóstico de los pacientes. Y gracias a la mejoras en las técnicas diagnósticas y a la aparición de diferentes fármacos para el tratamiento de la esclerosis múltiple en la última década, los pacientes con esclerosis múltiple tienen un mejor pronóstico”, concluye Llaneza.