PATRIMONIO arquitectónico y espacios naturales caracterizan a Otxandio, una villa que se muestra como una de las localidades más monumentales de Bizkaia y que aparece rodeada de montañas, entre dos parques naturales, y fronteriza con el territorio histórico de Araba. El visitante se divertirá perdiéndose por su casco viejo y la plaza mayor, y admirando sus edificios, el Ayuntamiento, la iglesia o su coqueta ermita. Situada en el extremo meridional de Bizkaia, Otxandio puede disfrutarse sin entrar en la propia localidad, ya que está rodeada de un entorno natural de excepción, pues se encuentra a caballo entre los parques naturales de Urkiola, en su vertiente más sur, y Gorbeia. Además, parte de sus tierras, donde los baserris se pierden entre prados y bosques, están ocupadas por el pantano de Urrunaga, donde es posible practicar diversas actividades acuáticas como el remo o la pesca.

Ya en su interior urbano, debe visitarse su parte vieja, de gran riqueza monumental, así como su plaza mayor, de altísimo valor arquitectónico y que constituye el centro neurálgico de la villa. Destaca sobremanera el edificio que alberga el Ayuntamiento, una construcción barroca levantada en 1742 y declarada monumento nacional.

Considerado el edificio más representativo de Otxandio, en el Ayuntamiento llaman la atención los tres escudos que adornan su fachada principal, entre ellos el de armas de la villa, y el reloj de sol que se sitúa en uno de los laterales. El buen observador podrá reconocer también la calidad de su sillería.

IGLESIA Y FUENTE La parroquia de Santa María también merece ser visitada. Data del siglo XVI y destaca por su imponente torre, visible desde casi toda la villa, y su gran nave unificada de estilo renacentista. La ruta debería proseguir por la casa de cultura, edificio del siglo XIX, y la fuente de Vulcano, dedicada al Dios del fuego (aparece con unas tenazas en sus manos) en reconocimiento a la importancia de la herrería en la historia de la villa y de estilo neoclásico.

Ambas redondean junto con el bolatoki -cuya cubierta se apoya en columnas de piedra- y el frontón local, un conjunto considerado único en el herrialde vizcaino que incluye también las majestuosas casas de la calle Uribarrena, con sus blasones de enorme valor histórico, así como el antiguo hospital, construido en 1722 con fondos donados por un indiano local y ahora reconvertido en residencia para la tercera edad.

LA ERMITA Finalmente, cualquier ruta por Otxandio debe incorporar la ermita de San Martín, situada en un coqueto bosque de hayas y que ofrece tanta sencillez como gran valor histórico. Sin moverse de la villa, el visitante que decida pasar el día o el fin de semana en Otxandio podrá pernoctar en el agroturismo Kerizara y el albergue Koikili, y comer o cenar en el restaurante Unda, para reponer fuerzas.