IDERAR el mercado. Es la pretensión de una Hyundai alentada por los buenos resultados. La firma surcoreana mejora mes tras mes sus registros de matriculaciones. Lo hace contra pronóstico y de forma prematura -ni sus propios directivos soñaban con tal progresión al lanzar la marca en los años 90-, aprovechando la inercia de una impecable gestión y la situación del sector. El ascenso obedece, en primer término, al lúcido desarrollo de la gama de productos, algo que explicaría por sí solo la excelente acogida por parte del público; brillan en especial las propuestas SUV, que generan dos de cada tres pedidos. Además de disfrutar de un repertorio sugestivo y moderno, que apuesta por una paulatina electrificación, Hyundai apenas padece los efectos de la actual carencia de semiconductores que mantiene semiparalizada a la industria mundial de la automoción.

Ese cúmulo de circunstancias coloca a la casa euroasiática en una primera línea en la que pretende echar raíces. Puede que lo consiga, dadas la credibilidad y la consideración que se ha ganado entre la clientela y la competencia. La clave de tal éxito radica en el surtido actual de productos, más concretamente en la combinación de diseño conmovedor, calidad evidente y precio justo que muestran. Son virtudes compartidas por todas sus creaciones, pero que se vuelven más evidentes en el capítulo SUV, el predilecto de la parroquia.

Cuatro modelos integran esa colección, que respeta una clara jerarquía de talla, motorización y tarifa. Abre el elenco el Bayon, joven propuesta de crossover urbano estrenada el año pasado. Refuerza la posición de la marca en el segmento de los SUV compactos, en la que el Kona ya viene gozando de una merecida reputación. Un peldaño por encima del mismo brilla el Tucson, líder indiscutible entre los turismos con inspiración todoterreno; además de dominar su categoría, es el segundo automóvil más demandado en lo que va de año. El catálogo de Hyundai culmina el apartado SUV con el corpulento y ambicioso Santa Fe, cuya última entrega se sofistica apuntando sin complejos a la categoría premium.