Itziar Uriona se ha criado rodeada de coches, a la vera de su padre Luis, fundador de Meuri, el primer grupo de automoción de Bizkaia. Curtida en los mil frentes de batalla del sector, hoy maneja con tino la batuta de Mazda Norkar.

Termina un año anómalo y complejo, que el mundo del automóvil ha vivido con altibajos. ¿Cómo lo valora?

—El año está siendo una montaña rusa y una debacle para nuestro sector. Empezó con un mercado en descenso tras un 2019 de cifras muy buenas. En marzo, con el cierre de las concesiones, la incertidumbre era total: era una situación totalmente nueva, no sabíamos cómo íbamos a poder enfrentar el cierre con los gastos fijos tan grandes que tiene que asumir una concesión de nuestro tamaño. Finalmente, cuando pudimos abrir, nos llevamos la sorpresa de que la demanda de compra era muy alta y pudimos recuperar a toda la gente que teníamos en ERTE para dar servicio. Desde mayo a septiembre, la demanda de nuestras marcas (Grupo Meuri) ha sido muy buena, pero en octubre otra vez se paró debido a los rumores de confinamiento. En definitiva, el mercado en Bizkaia, a cierre de noviembre, acumula una caída del 25%, lo que en nuestro caso supone aproximadamente 1.200 coches menos que el año pasado.

Mazda ha visto frenada por esas circunstancias la trayectoria de constante ascenso que mantenía. ¿Confía en que la recuperación vaticinada para 2021 vuelva a dar alas a su marca?

—Las noticias tampoco son buenas, ya que empezaremos el año con una subida de impuestos importante (por el WPLTP): el mismo coche, de comprarlo en 2020 a hacerlo en 2021, puede subir mínimo un 4,75%. Como positivo tengo que decir que, aunque ha sido un año adverso, somos un sector que sabe reinventarse, y trabajando duro hemos conseguido salir adelante. Estamos especialmente orgullosos de haber conseguido minimizar los efectos de la pandemia, aumentando la cuota de mercado en Bizkaia dos puntos por encima de la media nacional. Mazda lleva trabajando mucho tiempo para situarse entre las premium y poco a poco va cogiendo una posición de valor. Estoy segura de que los planes de la marca para 2021 se cumplirán.

Este año ha lanzado el MX-30, dando así un paso decisivo hacia la electrificación. ¿Comparte la idea de que este es un proceso imparable, pero que llevará tiempo?

—La electrificación es un proceso imparable. Pero Mazda sigue apostando también por innovar en los motores de combustión para conseguir el mejor de los rendimientos en prestaciones cumpliendo los requisitos medioambientales. De hecho, el motor Skyactiv-X está siendo un éxito de ventas. Creo que hasta que no haya infraestructuras de carga suficientes en toda la península, la opción del eléctrico está destinada a una minoría, por lo que los fabricantes no podrán democratizar precios si no hay volumen de ventas. Los motores de combustión tienen aún mucha vida por delante.

Es época de cambios, y Norkar también está inmerso en un proceso de modernización. ¿Qué planes tienen?

—Estamos realmente emocionados de poder anunciar que en breve finalizarán las obras de nuestra instalación de Erandio, donde hasta ahora solo teníamos servicio posventa. A partir del 1 de enero estará completamente operativa la nueva exposición de vehículos, con lo que tendremos una instalación integral para Mazda, con carrocería, taller, servicio de recambios, y venta de vehículos nuevos y seminuevos. También estamos trabajando en nuevos procedimientos digitales: somos concesionario piloto de la marca en la implantación en el proceso de recepción de vehículos del programa Caribou, con el que el cliente mejorará su experiencia en taller; va a poder concertar citas, obtener presupuestos on line, reservar nuestros vehículos de cortesía gratuitos, etc.