- Buena parte del éxito de Kia en Europa obedece a la gran aceptación del Sorento por parte del público. El popular SUV de talla media ya tiene lista la cuarta remesa, cuya producción acaba de dar comienzo en su país de origen. Aunque la lista de pedidos se abre en agosto, el estreno oficial tendrá lugar durante el último trimestre de este año. Para comienzos del próximo, Kia espera tener lista una variante del modelo con propulsión híbrida y 230 CV de rendimiento; más adelante habrá otra enchufable.

La marca surcoreana promete un Sorento acorde a la progresión de las tres ediciones precedentes, que han conseguido atraer a más de tres millones de clientes en sus dieciocho años en activo. Reserva para él una moderna plataforma desarrollada para las próximas generaciones de modelos SUV de tamaño medio. El Sorento 2020 promete una envergadura y una capacidad superiores; tendrá hasta siete plazas en tres líneas de asientos. Esa mayor corpulencia propicia la utilización de métodos de propulsión electrificados, más eficientes a la hora de cumplir las exigencias medioambientales de los gobiernos y los compradores.

El sistema elegido para el Sorento híbrido coordina un motor 1.6 T-GDi, con inyección directa de gasolina y turboalimentación, un motor eléctrico de 44,2 kW y una batería de iones de litio y polímero de 1,49 kWh. Esta se encuentra alojada en el piso del vehículo, para fomentar la estabilidad y no restar espacio habitable a la cabina. El conjunto motriz arroja una potencia final de 230 CV y un par motor de 350 Nm. Esa energía se remite a través de la caja de cambios automática de seis velocidades, por medio de un dispositivo eléctrico montado en la transmisión. Esto permite que toda la potencia de los motores, el térmico y el eléctrico, se transfiera en paralelo, con una pérdida de energía mínima. El resultado, argumenta el fabricante, es una respuesta inmediata al acelerador en cualquier velocidad, con acceso directo a la energía de la batería a las velocidades más altas.

El Sorento que viene es ligeramente más largo (mide 4,81 metros) y añade tres centímetros y medio a su batalla (tiene 2,81 m entre ejes). Además de la variante con impulsión mixta contará en su estreno con una nueva motorización diésel de 2,2 litros y 201 caballos, asociada a transmisión automática de doble embrague con ocho relaciones.

La cuarta generación dispondrá de una evolución del sistema Terrain Mode de gestión de la tracción. Está concebido para procurar una motricidad óptima, garantizando la estabilidad y el control de las evoluciones sobre superficies de baja adherencia como el barro, la nieve o la arena. Ofrece nuevos modos de conducción específicos para esas circunstancias, consiguiendo que las versiones de tracción total (AWD) del nuevo SUV sean más resolutivas que nunca.

Un mando de selección de modo situado en la consola central permite a quien conduce adecuar la respuesta del Terrain Mode al escenario por el que se transita. De este modo, se optimiza automáticamente el sistema de propulsión para cada situación. El sistema ajusta el par motor y su distribución, así como el funcionamiento del control de estabilidad para adaptarse a las diferentes superficies. También varía los intervalos de cambio de marcha de la transmisión automática, de doble embrague con ocho relaciones en la versión diésel y de seis velocidades en la híbrida.