EL regreso al trabajo de los concesionarios de automóviles discurre a dos velocidades. Desde el pasado lunes, los talleres no dan abasto para

atender las solicitudes de atención de la clientela, por lo que sus agendas ya están completas hasta mediados de junio. Sin embargo, las visitas a las exposiciones no proliferan tanto. La incertidumbre social y económica derivada de la crisis sanitaria enfría el ánimo comprador del público, pese los cantos de sirena que auguran hipotéticos saldos.

Esta desigual reacción de la demanda en uno y otro ámbito, el de la venta y el de la posventa, coincide con los pronósticos que dieciocho de los principales agentes del sector en Bizkaia formularon en entrevistas con Deia durante la primera fase del confinamiento. Ahora hay que ver si los hechos también confirman su confianza casi unánime en una lenta pero paulatina recuperación del negocio. Cumpliendo tales presagios, la demanda de coches se despereza lentamente, mientras los talleres pisan el acelerador para atender la avalancha de vehículos que los desborda.

Esa saturación de los servicios posventa obedece a dos factores. Uno es el aluvión de asuntos pendientes acumulados: revisiones previas a convocatorias de ITV, mantenimientos no efectuados, garantías a punto de expirar, etc. El otro motivo de atasco es la escasez de personal con la que algunas empresas han afrontado la reapertura. Por pudencia, más que por imprevisión, van rescatando a su plantilla de taller de los ERTE de forma progresiva, a medida que la carga de trabajo lo justifica. Además de los trámites programados, a los talleres también comienzan a llegan a cuenta gotas averías y percances cotidianos. Está por ver qué sucederá cuando todos los vehículos que continúan parados se reincorporen a la circulación después de tanto tiempo inactivos

El panorama es bien distinto en las tiendas del ramo. La afluencia de público a las instalaciones de los concesionarios, lo que en el gremio

se conoce como 'tráfico de exposición', no termina de despegar. "Tenemos una actividad de posventa bastante superior a la de ventas. Estamos

entregando coches que ya teníamos vendidos y recibiendo consultas vía teléfono e Internet, más de las que preveíamos, pero las visitas presenciales todavía son residuales". Así describe Juanjo Sancho el escenario de estos primeros días de reactivación. A pesar de todo, el gerente de Peugeot Lejauto se declara "moderadamente optimista", porque considera que "la economía se va a recobrar antes de lo que pensábamos. Estima que "para final de año habrá una recuperación fuerte". Entre esa clientela temprana de los concesionarios figuran personas con necesidades de transporte acuciantes, que generalmente precisan un nuevo coche para desempeñar cometidos profesionales. También llegan compradores con la decisión muy meditada, dispuestos a cerrar operaciones de modo inmediato. Luego está la habitual cuota de

curiosos que aprovechan cualquier coartada para salir de casa, además de clientes potenciales a la caza y captura de presuntos chollos al borde

de la leyenda urbana. La verdad es que, en este momento, como casi siempre, existen interesantes oportunidades y descuentos, sustanciosos

en algunos casos. Lo que no hay son coches a mitad de precio. Habrá que ver cómo y cuándo se articula el plan de ayuda a la adquisición

de vehículos eficientes, anunciado, pero no concretado, por el gobierno español. Su implantación puede resultar decisiva para dinamizar el mercado. No obstante, el sector elude pronunciarse sobre el asunto para no generar entre el público expectativas prematuras, que solo contribuirían a aletargar más una demanda que no acaba de despertar.