LOS fabricantes de automóviles aguardan la luz verde de las autoridades para reiniciar a partir mañana, y de manera paulatina, la producción. Se calcula que, en el mes y medio de paralización de las doce plantas de vehículos instaladas en suelo hispano, el sector habrá dejado de ensamblar casi cuatrocientas mil unidades (376.529). Esta reducción es determinante para la economía del que seguirá siendo el segundo productor de automóviles de Europa y el noveno del mundo. La vuelta a la actividad será, en cualquier caso, progresiva. Estará condicionada por la aplicación de estrictos protocolos sanitarios que van a ralentizar la productividad. Entre los fabricantes tampoco hay unanimidad a la hora de retomar el trabajo. La mayoría pretende hacerlo inmediatamente para satisfacer la demanda exterior (el 82% de la producción conjunta se exporta). Otros, quizá con stock o sin lanzamientos a la vista, son partidarios de esperar a que se reabra el mercado.