No estaba muy claro cómo, cuándo o dónde se haría, pero la Federation de la Haute Couture et de la Mode (FHCM) dejó claro que iba a haber Semana de Alta Costura de París, algo que los amantes de la moda agradecerán eternamente. Porque si Alta Costura son vestidos imposibles, tejidos nobles, universos de excesos y puestas en escena capaces de hacer soñar a cualquiera€ ¿no es ahora más necesario que nunca soñar?

Justo después de que se celebrara la Semana de la Moda masculina de la Ciudad de la Luz, llegaba entre los días 25 y 28 y desplegando toda su artillería la Semana de la Alta Costura de París para cerrar el pasado mes de enero. Una edición que estuvo marcada, como todo en estos tiempos, por las limitaciones de afluencia y de público y los cambios de formato, que nada tienen que ver con lo que habíamos visto hasta que llegó el coronavirus.

Lo que está claro es que con pandemia o sin ella la mayor expresión del lujo en la moda sigue viva con la participación de 28 marcas y con un calendario de cuatro días. Todo esto a pesar de que la muerte de la Alta Costura se ha predicho como dos millones y medio de veces.

Al igual que durante las últimas Semanas de la Moda organizadas por la FHCM, entidad encargada de velar por la vitalidad y la visibilidad de la industria de la moda gala, diferentes plataformas digitales permitieron seguir tanto las novedades de las maisons como de sus diseñadores, creativos y artesanos, e incluso las comedidas celebraciones de esta Semana de la Alta Costura.

Nuevos y ausencias

La encargada de abrir las jornadas de desfiles fue la casa Schiaparelli, y el responsable de cerrarla fue el debut del diseñador de Los Ángeles Sterling Ruby. Fue una semana que incluyó nombres de gigantes como Chanel, Christian Dior, Giorgio Armani y Valentino, junto con marcas independientes más jóvenes como Charles de Vilmorin, Alexandre Vauthier y Julie de Libran.

Además, hubo otros debuts importantes, como el de Kim Jones para Fendi y AZ Factory, la marca con la que regresa a la moda Alber Elbaz, la admiradísima ex estrella de Lanvin.

Pero ojo, que no todo el monte es orégano, y la temporada ha tenido algunas notables ausencias, como Ralph & Russo, de Reino Unido, o el fantástico modisto libanés Elie Saab, quien se sintió incapaz de filmar un vídeo de colección porque el coronavirus golpea particularmente su adorada tierra natal.

Otras casas, en cambio, están aumentando progresivamente su apuesta por la Alta Costura. Es ese el caso de Fendi, marca centenaria que no se lanzó a participar en esta semana hasta que en 2015 Karl Lagerfeld fue director creativo de la casa. Empezaron desfilando solo en la Alta Costura de julio y ahora, bajo la dirección del recientemente nombrado Kim Jones, también ha presentado una colección en enero.

vídeos, películas y más

Los formatos de presentación han ido todos en la línea digital, pero con diferentes variantes.

Armani

Hubo casas que mostraron espectáculos en formato phygital, o lo que es lo mismo, ni digitales ni presenciales. Desfiles por medio de un formato que hibrida los desfiles y los filmes de moda utilizados como alternativa durante la pandemia, posicionándose entre ambas opciones como método del futuro. Tal es el caso de Armani, por ejemplo, que lo organizó a puerta cerrada en el Palazzo Orsini, una de las mansiones de Giorgio en Milán.

Dior

Maria Grazia Chiuri, directora creativa de Christian Dior, eligió el formato película para transmitir con mayor fuerza su universo, rescatando las pasiones del icónico modisto francés y creando un mundo paralelo, más parecido a un cuento de hadas. En El castillo del tarot, el corto realizado por Matteo Garrone, Chiuri narra la historia de una joven que se busca a sí misma. Para ello, acude a una especialista en tarot que al leerle el futuro le abre las puertas de un castillo mágico. En él aparecen buena parte de las imágenes del tarot, cuyos estilismos son reinterpretados por Chiuri.

Schiaparelli

Schiaparelli y su diseñador, el estadounidense Daniel Roseberry, mostraron la línea en un vídeo en el que grabó el proceso de creación de las prendas, con lo que dio más valor al aspecto artesanal de la marca, que renació en 2014 para presentar únicamente Alta Costura, tras 50 años de clausura, y ahora comienza a adentrarse de nuevo en el prêt à porter. De hecho, la casa se encuentra en un estado de forma envidiable después de vestir a Lady Gaga para su actuación en la investidura del presidente estadounidense, Joe Biden.

Chanel

El vídeo de la maison francesa arrancó con todo el elenco de modelos paseando por el Grand Palais en blanco y negro. Ellas aparecían ante una carpa blanca y una pasarela circular, rodeada de pérgolas con flores y algunas invitadas: las embajadoras. Lo cierto es que cuando otras marcas buscan reinventar formatos, presentan películas y se adentran en la ficción para mostrar sus colecciones, Chanel se decantó por la simplicidad y su particular familia, que no se pierde un desfile, ni siquiera aquellos en los que se imponen restricciones de público.

En Instagram, Chanel avanzó algunas de sus siluetas con sus retratos de familia, como los describió, en los que aparecían sus embajadoras y amigas: actrices como Penélope Cruz, Marion Cotillard, Lily-Rose Depp y Alma Jodorowsky, las cantantes Vanessa Paradis e Izïa Higelin, y otras personalidades de la talla de Carlota Casiraghi.