CON solo cinco años, su familia ya obtuvo un diagnóstico que le condenaba a quedarse prácticamente ciego. Marcos Bajo sufría retinosis pigmentaria, una enfermedad hereditaria (ya la padecían su padre y hermanos) y degenerativa, en la que sabes lo que ves hoy pero no lo que verás el mes que viene. “Mi capacidad visual actual es el equivalente a 5o de visión central. Para hacernos la idea, es como coger un bolígrafo y una vez extraída la mina, pues la visión que vemos por el interior del tubito del bolígrafo es aproximadamente mi visión. A eso le sumamos cataratas prematuras y un edema macular en el ojo izquierdo que me resta un 50% de esa visión central”, explica Bajo.

Este lunes, a punto de entrar en la cuarentena, el deportista iniciará en Bilbao la III Vuelta Solidaria a España. El reto consiste en un recorrido por toda la península en modalidad duatlón (a diario, una maratón a pie y una media maratón en bicicleta) en 35 días, en los que unirá 8 comunidades autónomas en una ruta de cerca de 1.900 kilómetros. Una iniciativa destinada a dar a conocer las enfermedades raras (las que afectan a menos de 5 de cada 10.000 personas). Porque ante la inevitable evolución de su pérdida de visión, este catalán ha decidido apoyarse en el mundo del deporte que tanto le llena, las carreras por montaña, como superación personal y sobre todo como altavoz para transmitir a la población la realidad de los afectados por enfermedades minoritarias. “Al mismo tiempo transmito la importancia de la practica deportiva como medio de superación e integración”, declara. No en vano, este afiliado a la ONCE es también, cofundador de la Asociación Muévete por los que no pueden, junto con su pareja Minerva, que sufre ceguera total.

La retinosis pigmentaria le produce una grave deficiencia visual con una visión central de solo 5 grados. Pero él nunca se ha amilanado. Comenzó a los 18 años a participar en carreras por montaña como guía de personas ciegas en el grupo de la ONCE Catalunya. Desde hace unos años su enfermedad se ha visto agravada y desde entonces suele ir guiado para poder competir con seguridad. “Hace ya un tiempo decidí que, si tenía que centralizar mi visión en las piedras del camino, no la podía desviar a las ramas y mucho menos a las marcas de las carreras. Por lo tanto y especialmente en carreras donde los ritmos son elevados, voy guiado por uno de nuestros fantásticos guías. Ellos son nuestros ojos y merecen mi más sincero reconocimiento. Nunca me cansaré de decirlo: sin ellos no llegaríamos donde nos gustaría”.

El reto de Bajo arranca el próximo lunes tras dos etapas prólogo por los alrededores de la capital vizcaina. La primera de ellas se llevará a cabo hoy sábado desde Zaragoza a Basauri, municipio donde se le brindará un recibimiento con motivo de las fiestas de San Fausto. A las siete de la tarde realizará una presentación de su proyecto en Amorebieta. Por su parte, mañana correrá otra etapa entre Basauri y Amorebieta. La salida oficial tendrá lugar a las 8.00 horas del lunes en los tinglados de El Arenal. Una hora más tarde visitará la Facultad de Medicina de la UPV/EHU en Leioa, y continuará hasta Balmaseda donde el martes pondrá rumbo a Medina de Pomar.

Pero Marcos está acostumbrado a grandes desafíos. En 2015 ya completó la Vuelta Solidaria a Catalunya y en 2016 la Vuelta Solidaria a España, junto con su pareja, Minerva González. Campeón del Mundo en la combinada de los Parasky Games 2012 en categoría deficientes visuales, ese año dio el salto a las pruebas de maratón de montaña y desde entonces cada vez practica más carreras de larga distancia y atesora bajo sus pies un rosario de maratones.