LA originalidad a la hora de presentar un pintxo cuya base es el queso Idiazabal no tiene que estar reñida jamás con ese característico sabor de un producto de la tierra, con esencia y que marca la diferencia sobre cualquier otro. El regusto de este producto elaborado con leche cruda de oveja latxa tiene que aflorar siempre en el paladar en ese instante en el que el pintxo es degustado. Por lo menos eso fue lo que valoró ayer el jurado del VI Concurso de Pintxo de Queso Idiazabal de Pastor. “Un pintxo puede ser muy innovador, pero lo que es esencial es encontrar ese sabor a Idiazabal; un sabor que al principio puede resultar fuerte, pero que hay que conocer y probarlo. Merece la pena”, destacó la catadora internacional de la Denominación de Origen Queso Idiazabal, Victoria Urresti.

Un jurado especializado, compuesto por cocineros y gastrónomos, puntuó las creaciones de acuerdo con el sabor, la presentación y el conjunto del pintxo. Al mismo tiempo, el certamen - incluido dentro de la Gazta Fest del Casco Viejo- también implica a los clientes, que son los encargados de otorgar el premio popular. El nombre del pintxo elegido por el jurado se dará a conocer la semana que viene, mientras que los clientes podrán seguir votando su pintxo preferido hasta mañana. En total, 23 bares, cafeterías y restaurantes del Casco Viejo participan en este concurso que tiene como objetivo poner en valor un producto de la tierra. Los amantes de este producto podrán degustar, así, pintxos elaborados con teja crujiente de Idiazabal, chipirones rellenos de queso, rollitos crujientes rellenos de crema de queso, volovanes rellenos, diferentes mezclas de dulce y salado, cremas de champiñones y queso, patatas fritas con queso? Aunque todos los miembros del jurado destacaron el nivel en la presentación de los pintxos, echaron de menos ese sabor a Idiazabal que en algunos de los pequeños manjares “brilló por su ausencia”. “¿Dónde está el queso Idiazabal?”, fue una pregunta que se planteó en las cinco mesas en las que se distribuyó el jurado. Para los cocineros Paul Ibarra y Charly Mugarza en un pintxo de queso Idiazabal no hay duda quién tiene que ser el protagonista: “Es importante ver cómo se ha trabajado el queso, pero si el queso ya es potente y se le mete un guiso, ¿qué es lo que se está primando?”, destacaron. En opinión de Victoria puede que la tendencia de los cocineros sea suavizar el sabor del Idiazabal con otras mezclas. “Nosotros podemos estar más acostumbrados a ese sabor, pero quienes nos visitan, no”, reflexionó la catadora. Sin embargo, para el jurado el regusto del queso en boca fue clave para por unanimidad dar el máximo de puntos al mismo pintxo. De hecho, tras degustar todos, el jurado no dudó el conceder el premio del sabor y de originalidad en la presentación al mismo. “Es importante destacar la labor que realiza la asociación del Casco Viejo para impulsar este concurso. Tenemos un producto de calidad que debemos seguir poniendo en valor”, dijo Roberto González, sumiller de La Bilbaina.