ACTIVISTA del feminismo y de los derechos de la mujer, la dermatóloga Nerea Landa reconoce que desde niña siempre le fascinó lo nuevo. “Recuerdo que de pequeña me inspiraron los supersónicos, una familia que vivía en un mundo futurista con coches voladores, robots y comidas en píldoras”. Por eso tal vez le encante la medicina del futuro. “No soy de antiguas recetas”. De hecho, fue la primera mujer del Hospital de Cruces que en 1989 se fue a Estados Unidos, a la Clinica Mayo, para conocer in situ lo más avanzado de la medicina de su tiempo.

Su inquietud y su motivación por innovar en dermatología a través de la tecnología le llevo a crear Dermitek, con el fin de traer a Euskadi todos los avances que había visto en EE.UU. Pero antes de crear su propia clínica trabajó como médica adjunta en el Servicio de Dermatología de los Hospitales de Cruces y de Basurto.

Aunque reconoce que fue duro dejar una plaza fija en la sanidad por un proyecto empresarial, en el 20 aniversario de Dermitek, ya en realidad 21, considera que la aventura ha merecido la pena, “Han sido años de trabajo y desarrollo de un proyecto en equipo con el que hemos ayudado a nuestros y nuestras pacientes y a la sociedad”, sostiene sonriente e ilusionada ante los nuevos retos de la medicina.

Desde el principio su motivación fue innovar en dermatología a través de la tecnología. “El por qué de las cosas es algo que me preocupaba y buscaba ver más y de mayor tamaño con microscopios e investigación. Aún seguimos en ello. Recientemente nos han publicado un novedoso artículo sobre alopecias areatas, un problema por el que la gente sufre mucho” dice con indisimulado orgullo. “Hemos sido pioneras en casi todas las innovaciones tecnológicas que se han hecho en Dermatología, Varices, Medicina Estética. Tratamientos tales como depilación laser varices con láser endovenoso, láser fraccionado para cicatrices. Seguimos en nuevos proyectos como el láser contra el envejecimiento vaginal de la menopausia. Estaremos en lo nuevo que se vislumbre como la inteligencia artificial en medicina”, apostilla con satisfacción.

Activista del feminismo y de los derechos de la mujer, Nerea cree firmemente en la misión social de la empresa. “En dermitek la misión es la igualdad. Hemos ayudado a mujeres con cursos de defensa personal, mujeres artistas, deportistas o con cáncer, mujeres con proyectos propios. Creo en las mujeres jóvenes feministas y con ganas. Este año hemos lanzado la primera edición de Premios dermitek mujer y tecnología, tres becas para mujeres brillantes universitarias en carreras tecnológicas STEM (Ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas) donde son minoría”, esperanzada en que otras empresas sigan su ejemplo.

Nerea se queja de que a las niñas se las continúa desanimando desde la infancia con una educación sexista que empieza pronto y las dirige a los cuidados, a cocinitas y no a cohetes. A cuidar pero no a crear. “ Si pensamos en mujeres usando tecnología se nos ocurre una aspiradora; y además como usuarias y no como inventoras. Los nuevos puestos de trabajo y mejor remunerados se están creando en estos campos y las mujeres lo desconocen. El talento de las personas se debe desarrollar donde les guste, sean felices y tengan capacidad, sin predireccionarles por su género. Además, como país pueden aportar mucho. Euskadi va a necesitar ese 50% de talento, no puede desperdiciarlo”, apostilla con convencimiento.