RUSIA. Los trabajadores de un hospital de Zelenodolsk, Tataristán, Rusia, vivieron una situación surrealista el lunes, cuando tuvieron que convencer a un paciente con un cuchillo clavado en la espalda para que no saliera del edificio a fumar y hacerle regresar a la sala para ser atendido. Según los testigos presenciales, el hombre, identificado como Vladímir, fue llevado en estado ebrio al centro médico tras recibir una puñalada. El personal desvistió al herido para trasladarlo a la unidad de cirugía, momento en el que el individuo, vestido solo con ropa interior, se dirigió hacia la puerta para salir a la calle. Haciendo caso omiso de las indicaciones del personal, Vladímir siguió caminando y, poco antes de llegar a la salida, afirmó que quería fumar, a pesar de estar semidesnudo, sin cigarrillos y con el cuchillo aún en la espalda. Finalmente, un médico le gritó: "¿Adónde va? ¡Va a morir!", momento en el que el hombre recapacitó y regresó. Actualmente, el herido se encuentra en estado estable.