EN Mundaka a pie del puerto, el hotel del mismo nombre acoge un bar de picoteo con dos terrazas en las que el tiempo de ocio se disfruta contemplando unas impresionantes vistas.

Inaugurado en 1988 en un edificio cuidadosamente restaurado que antaño fue casa de pescadores, el hotel brinda una cafetería donde es un placer desayunar con bollería, pan tostado o pintxos. De hecho, su barra exhibe tentadores y variados bocados tradicionales. El taco de bonito y las gildas se llevan la palma de las preferencias a la hora de un picoteo rápido, si bien las rabas son allí todo un clásico a diario en verano y el resto del año los sábados y domingos por la mañana.

Tienen también carta de cazuelitas, bocatas y raciones. Y todo para disfrutar con un servicio atento y esmerado, “muy profesional”, como lo califican en el propio local.

Además, desde San Juan hasta septiembre abre su terraza de abajo, que aporta un plus al establecimiento, ya que permite tomar un refrigerio al aire libre a cuatro metros del agua.

Su clientela, de mediana edad, propicia un ambiente relajado y agradable, que se anima especialmente en ocasiones como las fiestas de San Pedro y en la fiesta Flower Power que organiza cada año al final del verano. En concreto, es el sábado posterior a la Euskal Jaia, con música y disfraces. Asimismo, cada 31 de diciembre organiza el baño de fin de año.

Con todo, es un establecimiento activo en la vida de mundakarras y visitantes que se acercan a conocer este bello pueblo de la costa vizcaina, enmarcado en plena Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Allí, por la tarde-noche, los mojitos y caipiriñas dan un sabor especial al verano, como recuerda Jon, el propietario.