STA historia comienza a finales del siglo XIX, en plena efervescencia de un Bilbao que se lanzaba hacia el progreso de cabeza. Tratándose de economía y finanzas, es obligado ser más preciso en el arranco, más ajustados al calendario. ¿Finales de siglo? Digamos que el día señalado fue el 21 de julio de 1890, fecha exacta en la que se constituyó la Bolsa de Bilbao. Fue la reina regente, María Cristina de Habsburgo-Lorena, quién firmó el Real Decreto por el que se concedía la autorización para crear una Bolsa General de Comercio en Bilbao, en la cual se pudiera negociar con carácter oficial efectos públicos y comerciales.

La historia de la Bolsa cuenta con más de 500 años de antigüedad desde que comenzara su andadura en Amberes en 1460. Como es lógico, el intercambio comercial ha sufrido grandes transformaciones desde entonces aunque los cambios más significativos se han dado en las últimas décadas, sobre todo, desde la irrupción de las nuevas tecnologías que han permitido que los tiempos y las distancias hayan dejado de ser factores en el mundo bursátil.

Paréntesis curioso: En el siglo XVII los holandeses poseían un asentamiento fortificado en el valle fluvial del río Hudson, llamado Nueva Amsterdam -la actual Nueva York-. Para defenderse de los ataques de los indios Lenape así como de la invasión de los británicos construyeron un muro que establecía el límite norte del área al que llamaron Waal Straat. Hoy da nombre al distrito conocido como Wall Street.

No hubo parqué en aquellas primeras operaciones de Bilbao. El 5 de febrero de 1891 se realizó la primera operación en los bajos del Teatro Arriaga, donde se celebraron las primeras sesiones de la Bolsa de Bilbao autorizada por la reina. No fue hasta el 29 de mayo de 1905 cuando se produjo la inauguración del edificio de la calle José María Olabarri, allá en el distrito bilbaino de Abando, frente a la estación principal de trenes de la ciudad. La Bolsa contribuyó de forma decisiva en el despegue económico de la ciudad durante el siglo XX, haciendo de Bilbao uno de los principales centros de negocios de todo el estado.

¿Más definición desean aún? Es posible. El 20 de noviembre de 1889 se firmó la escritura de constitución de la S. A. Bolsa de Comercio de Bilbao, cuyo objeto social era el establecimiento de una Bolsa General de Comercio, mediante autorización oficial. Su capital social ascendía a 50.000 pesetas, representadas por 200 acciones al portador, de 250 pesetas nominales cada una. Estaban repartidas entre 29 accionistas, poseyendo de 6 a 12 acciones cada uno. Un Real Decreto fechado en San Sebastián, el 21 de julio de 1890, autorizó la creación de la Bolsa.

La primera sesión, como les dije, se celebró el 5 de febrero de 1891. Al final de este año están ya admitidos a cotización oficial 40 valores, de ellos 16 de fondos públicos, 10 de obligaciones y 14 de acciones. A los seis Agentes de Cambio y Bolsa que operaban en un principio en la Bolsa de Bilbao, fueron añadiéndose paulatinamente otros, hasta llegar a 32 el año 1900. Una ley de 1910 impuso un máximo de 40 agentes. Las primeras sesiones de la Bolsa se celebraron en el vestíbulo del Teatro Arriaga. Posteriormente el lugar de contratación se traslada a la Plaza Nueva, y en 1901 a un local cedido por el Banco de Bilbao. Ese mismo año la Bolsa vuelve al vestíbulo del Teatro Arriaga. En una Junta General Extraordinaria celebrada en 1903, el Colegio de Agentes de Cambio y Bolsa decidió la construcción de un edificio propio para la institución, que fue inaugurado el 29 de mayo de 1905. Ahí lo tienen explicado todo, el detalle y con los números por delante.

Fue, desde entonces, un ir y venir constante de los valores. La revolución llegó en 1988. En ese año, la informática se apoderó para siempre de la Bolsa, acabando con el sistema tradicional o de corros en el que las operaciones se hacían en voz alta, sin contratos por escrito ni firmas. Con la palabra, que entre caballeros tiene el mismo valor que una ley, era más que suficiente. Pero esos tiempos pasaron a la historia.

Fue entonces cuando los brokers - intermediarios encargados de realizar las operaciones bursátiles- dejaron de vociferar sus transacciones a pleno pulmón para recluirse en despachos independientes a introducir datos en sus ordenadores. Y el parqué se quedó silencioso.

Actualmente la Bolsa de Bilbao sigue estando plenamente operativa, aunque tras la digitalización que han sufrido los mercados de valores se ha perdido su bullicio característico en el parqué. A día de hoy se puede visitar el antiguo parqué bursátil durante la semana, además de albergar diversas conferencias con fines divulgativos y existe la posibilidad de realizar visitas formativas a grupos de escolares por el edificio previa reserva.

La Bolsa de Bilbao, actualmente perteneciente al grupo Bolsas y Mercados Españoles (BME) pasará a ser controlada por la compañía suiza Six tras el éxito de la oferta de compra lanzado, vía opa, por la firma helvética y que ha sido aceptada por el 93% del capital. Six culmina, así, con éxito destacado su operación de compra de Bolsas y Mercados Españoles, BME, la sociedad que gestiona y es propietaria de los diferentes mercados de la Bolsa española, incluido el de Bilbao.

La compañía helvética realizó una operación valorada en unos 2.569 millones de euros y que incluye la compra de casi 78 millones de acciones de BME, que representan el 93,16% del capital social.