Cada año me he atrevido a publicar las que creo que van a ser las tendencias tecnológicas que veremos cómo despuntan o cómo se afianzan en este sector tan importante para la economía. Durante el año 2020 todas las previsiones y presupuestos recibieron un duro golpe en casi todos los sectores pero es verdad que uno de ellos supo recomponerse de forma inmediata y empezó a atender la demanda que los nuevos tiempos dictaban. La transformación digital o se ha acelerado o se ha parado de forma brusca en la mayoría de las compañías. El teletrabajo ha sido el ganador en la tendencia tecnológica del año pasado pero su implantación, en muchos casos impuesta por las circunstancias en lugar de adoptada, me hace creer que muchas empresas acaben por eliminarlo en cuanto la vacuna haga efecto. Nunca he tratado de hacer de gurú con las previsiones, al final miro los informe de consultoras como Gartner, IDC y muchas otras y trato de extrapolarlo a nuestro ecosistema empresarial.

Que se cumplan las previsiones que propongo va a depender en gran medida de que se lleve a cabo la denominada Hiper Transformación o Hiper Automatización. Todo aquello que en una oficina, fábrica o empresa tiene una solución automatizada no puede esperar más tiempo y deberá pasar por su transformación digital inmediata. Retrasarlo solo va a servir para que la competencia, que sí que se ha lanzado en este proceso, nos acabe devorando porque nuestro modelo productivo es incapaz de dar la respuesta adecuada en tiempo y precio. Para ello, de nuevo las soluciones las tendremos aplicando la Ingeniería de la Inteligencia Artificial (DataOps, ModelOps y DevOps). El Negocio Inteligente se abre las puertas, la toma de decisiones tiene que estar amparada siempre por los datos (Big Data) históricos pero también por los modelos predictivos. Las empresas que los utilizaban pudieron cambiar en veinticuatro horas la forma de hacer las cosas en el momento en que se nos confinó a todos.

Pero cuidado porque toda implantación tecnológica acelerada suele tener agujeros y el de la seguridad es el más grande. Si cada empresa hace la guerra de la ciberseguridad por su cuenta, seguiremos encontrándonos con las mismas amenazas de siempre por tanto es hora de unirse y crear lo que se está llamando la malla de ciberseguirdad. Un muro con muy pocos accesos donde poder alojar las aplicaciones y donde vigilar los ataques sea mucho más sencillo. La llamada Nube Distribuida va a ayudar en todo esto, sustituyendo poco a poco a las nubes privadas, el futuro es el Cloud Edge. Este año volveremos a discutir sobre la privacidad y la ética, especialmente porque veremos avanzar los modelos de Internet del Comportamiento (IoB). Los sistemas de reconocimiento facial, toma de temperatura de forma remota o análisis del comportamiento provocarán un nuevo dilema ético por lo que será necesario desarrollar nuevos sistemas que garanticen la privacidad, un nicho de negocio todavía por explotar. Veremos también cómo el 5G empieza a salir de su trinchera y cómo se aplicará en una tendencia que sí o sí tiene que convertirse en realidad, la sostenibilidad no como una moda o etiqueta sino como una realidad que se implante en todos los productos y servicios. Si nuestra compañía deja de viajar y opta por las videoconferencias, el consumidor lo tiene que saber. No solo las fabricas pueden ayudar, también las empresas de servicios. Estaremos atentos y seguiremos corrigiendo cómo van en este año las tendencias tecnológicas.

@juandelaherran