Kiko Rivera fue este domingo el invitado estrella del programa de aventura de Jesús Calleja, 'Planeta Calleja'. La entrega fue grabada hace meses, pero como cada vez que concede una entrevista, el hijo de Isabel Pantoja se abrió en canal y no tuvo reparos en hablar de la guerra abierta que mantiene con su madre y parte de su familia, aunque también tocó otros temas como sus problemas económicos o el dinero que ha ganado.

Kiko Rivera se embarcaba junto a Jesús Calleja rumbo a Nepal para vivir una de las experiencias más impactantes de su vida y de paso hacer varias confesiones al presentador. Empezaron su recorrido por el país asiático en Katmandú, dónde visitaron el 'Templo de los Monos' y más tarde practicaron rafting en el río Trisuli. Allí, Kiko se encontró con su primer contratiempo cuando salió disparado de la lancha en los rápidos y descubrió de primera mano las bajas temperaturas de las aguas que vienen del Himalaya.

Calleja no iba a irse de allí sin que el hijo de Isabel Pantoja viviese la experiencia nepalí al máximo y para ello lo llevó a montar un elefante y darse un baño junto a él, algo que el propio DJ calificó como "lo más impresionante" que había hecho en la vida.

También hubo tiempo para confesiones durante la grabación del programa. Jesús Calleja preguntaba a Kiko Rivera sobre el conflicto con su madre, Isabel Pantoja, y él le dedicaba estas palabras: "Ser madre no es solo parir, porque parir puede cualquiera, pero ser madre no". Muchas cosas han pasado entre madre e hijo desde que se grabara el programa aunque actualmente la guerra entre ambos sigue sin resolverse.

El DJ también le contó al aventurero leonés que no siempre había sabido gestionar sus finanzas. Sobre el tema del dinero, Kiko Rivera hizo sus declaraciones más sorprendentes al admitir que se había arruinado dos veces y aseguró que "me habré fundido entre siete y ocho millones de euros". Rivera explicó que le ofrecieron su primer bolo a los 18 años y que por aquel entonces la fiesta era su perdición: "Me dijeron vente dos horas a un bolo y cobras 2.000 euros. Y al siguiente fueron 10.000 euros. Llegué a cobrar hasta 25.000 euros por dos horas de fotos y hacía 4 a la semana. Pero he llegado a salir de un bolo sin pasta. Fiesta con todo lo que puedas imaginar con 30 amigos". También admitió que había llegado a gastarse más de 100.000 euros en un fin de semana: "Yo me iba con amigos de viaje y pagaba aviones, hoteles, comidas, fiesta y lo mismo me gastaba 60.000 euros... Vivía muy bien, tenía casoplones, ocho coches, motos de agua, barcos€ Todo lo derrochaba".

Aunque Kiko Rivera quiso aclarar en el programa que "Ahora me va bien. Hago entre 80 y 100 bolos al año y gano entre 4.000 y 7.000 euros, depende. Pero no siempre me ha ido bien".

Tras una de sus entrevistas más sinceras y antes de acabar la aventura, el DJ tuvo que pasar por un último contratiempo. Un problema burocrático sobre las horas a las que debían realizarse las pruebas PCR los obligó a él y a todo el equipo a quedarse un día más en Nepal aunque lo pudieron solventar sin más consecuencias.