1 Sobre las tablas. Sus padres murieron cuando él estaba inmerso en dos obras de teatro. Los dos. Cuando falleció la madre, esa tarde volvió a subirse al escenario con la función El misántropo, y con su padre sucedió algo similar.

2 Marcado por tres obras. Para él todos su trabajos son imprescindibles, pero hay tres obras que le han marcado: Arte, de Yasmina Reza; El método Grönholm, de Jordi Galceran; y Todos eran mis hijos, de Arthur Miller.

3 Se apunta a todo. Comenzó haciendo teatro, pero nunca ha renunciado a una oferta que entendiera que podía hacer. En 2012 sorprendió metiéndose en la piel del capitán Von Trapp para protagonizar el musical Sonrisas y lágrimas. Siempre ha dicho que determinadas decisiones le han hecho aprender sobre la marcha.

4 El arquitecto que no fue. Su primera opción profesional fue seguir los pasos de su padre, que era arquitecto. Comenzó la carrera, pero no pudo ser. Dentro llevaba el gusanillo de la interpretación y fue el que ganó la batalla sobre su futuro. En su casa, muy aficionada al teatro, lo aceptaron de forma relativamente fácil. La arquitectura le gusta, pero no para vivir de ella.

5 Trabajo en pareja. Junto a su pareja en la vida real, la actriz Mapi Sagaseta, está al frente de Rita, una comedia muy emocional. Dice que trabaja muy bien con su mujer y que se respetan en lo profesional y en lo personal.

6 Miedos políticos. Le espanta la polarización social que vive España en estos momentos. Le parece salvaje una situación que incluye falta de entendimiento sobre temas muy importantes para la convivencia, y aún así, se muestra optimista.

7 Ave de noche. Para este actor, de los considerados de toda la vida, sus mejores momentos comienzan al anochecer. Ríe diciendo que está convencido de que hay algo de vampiro en su interior y disfruta sin alevosía de la nocturnidad.

8 Recuerdos de infancia. Se acuerda mucho de un coche que tuvo, teledirigido y con cable. Lo debía conducir cerca porque el cable no le permitía ir muy lejos. Era un Oldsmobile de color verde fosforito con techo blanco, el juguete que guarda con más cariño en su memoria.

9 Los espejos de su casa. En su casa hay montones de espejos que no utiliza para mirarse en ellos, sino para agrandar las habitaciones y dar sensación de profundidad. Incluso alguno de ellos está muy bajo de altura. Por cierto, nunca ensaya ante uno.

10 Complejos. De joven odiaba su voz y quería tener una voz grave como la de Constantino Romero, al que admira. Reconoce también sentir vergüenza por tonterías, por ciertos episodios graciosos sin trascendencia.