more perfect union, el discurso con el que Obama lanzó su campaña presidencial, es el título de la última serie documental de HBO que descubre el camino al poder de un hombre tan ambicioso como carismático. “El contraste entre él y la persona que le siguió en la presidencia, Donald Trump, es tan evidente que es difícil no reconocer la importancia de su legado”, explica a Efe Jelani Cobb, doctor en Historia estadounidense, escritor de The New Yorker y productor del documental, que en España se estrenará con el título Obama: por una América mejor.

Los últimos años han visto una explosión de creaciones culturales sobre los Obama. Al libro superventas Mi historia de la exprimera dama, que Netflix trasladó a la televisión, se suma Una tierra prometida, escrito por el propio Obama. Hay una película sobre el primer encuentro de la pareja, Southside with you, junto a documentales como Dreams of Obama y The final year que analizan varios aspectos de su mandato. Para Cobb tenía sentido apostar por otra producción, en la que comenzó a trabajar desde que Obama abandonó la Presidencia. “Empezamos a hablar de su legado en el momento exacto en que Trump estaba haciendo todo lo posible para desmantelarlo”, explica. Las tres partes de Obama: por una América mejor analizan la juventud, la carrera presidencial y, finalmente, los dos mandatos que el expresidente (2009-2017) pasó en el Despacho Oval.

Antes de narrar los primeros pasos de Obama, la serie arranca con el discurso con que se presentó al mundo en marzo de 2008, al comienzo de su campaña. Aparece en un avión ultimando los detalles del escrito. Conservó esa costumbre hasta el final porque era especialmente meticuloso con las palabras. Algunos, de hecho, criticaban el tiempo excesivo que dedicaba a preparar sus discursos. “No hay un Estados Unidos liberal y un Estados Unidos conservador. Están los Estados Unidos de América. No hay una América negra y una América blanca, una América Latina y una América asiática. Están los Estados Unidos de América”, es una de las frases más famosas del discurso. Un texto que, según Cobb, demostró sus aptitudes para la escritura y también su visión y comprensión de los temas raciales “mejor que en cualquier punto de la campaña”. Obama se presentó como “el hijo de un hombre negro de Kenia y una mujer blanca de Kansas”, criado por un padrastro y casado con una afroamericana descendiente de esclavos. Su victoria despertó la ilusión de un EE.UU. “posracial” que no terminó de asentarse. Aunque el ambiente electoral de hace una década parezca más optimista, la política comenzaba a tomar el tono oscuro y caótico de ahora.

Esta producción repasa los momentos más desagradables de la carrera de Obama para diferenciarla de la visión romántica de otros filmes. “Al principio había gente que decía que no era realmente negro”, recuerda Cobb. El Partido Republicano contrarrestaba la diplomacia de McCain con Sarah Palin, la candidata a la vicepresidencia que abanderó un estilo populista que cuestionaba que Obama hubiera nacido en EE.UU. y alertaba de que su nombre era de origen musulmán. Obama: por una América mejor muestra al expresidente como un hombre que superó los obstáculos con determinación y con una ambición cegadora que dejó a muchos compañeros en el camino.