Es la radio salvaje de finales de los 80 y los 90, esa que conocen bien Cristóbal Garrido y Adolfo Valor, los creadores de Reyes de la noche, una serie que ha enganchado a miembros de varias generaciones que en su día, siendo niños, jóvenes o adultos, siguieron a dos monstruos de las emisiones deportivas, José María García y José Ramón de la Morena, primero maestro y alumno y después enemigos irreconciliables. Una lucha encarnizada que hizo correr ríos de tinta y polarizó a los aficionados al deporte, fútbol sobre todo.

En esta ocasión, y de modo ficcionado, se cuenta una historia muy similar, solo que los personajes que la protagonizan se llaman Francisco Javier Maldonado, alias Paco el Cóndor, y Jota Montes. El paralelismo es obvio, y no les ha hecho ninguna gracia a las personas reales en las que los personajes se inspiran. "Tendrían que haber enaltecido un poco más lo que es la radio de noche, el sacrifico, el riesgo. Yo he pasado miedo, a mí me han puesto una pistola en la cabeza... Pasan muchas cosas por la noche", ha declarado De la Morena, que añadía sobre José María García, quien no se ha querido posicionar públicamente, aunque se sabe de su enfado, que "me parece que en la serie no se le trata bien. Se es injusto".

Un tema no trillado

"Llevábamos mucho tiempo con el runrún de hacer una serie sobre los periodistas deportivos de la radio de aquella época. Es un campo que no estaba trillado en el mundo de la televisión y son personajes que todo lo vivían con mucha pasión. Y a la vez que vivían pasionalmente lo relacionado con el deporte, especialmente el fútbol, eran ajenos a todo los demás. Eran como un poco marcianos dentro del periodismo", dice Cristóbal Garrido, quien añade que llevaban tiempo pergeñando las claves de una historia que se ha convertido en uno de los productos más destacados de la actualidad televisiva.

"Los periodistas deportivos son muy conocidos y también muy desconocidos. Cuando dimos con la idea concreta buscamos el contexto histórico, y no había muchas dudas después de hacer una revisión. Te das cuenta de que donde más guerra hubo fue a finales de los 80 y principios de los 90, así que nos metimos en las batallas radiofónicas nocturnas. Eran jornadas de máximo interés que estaban llenas de egos, ambiciones y piques entre los que lideraban esos programas", confiesa Adolfo Valor.

Ambos creadores narran cómo en aquellas noches estaba en juego el trono de oro de la radio nocturna: "Cada día se jugaban millones de oyentes. Era una guerra absoluta. Había más en juego en aquellas emisoras que lo que se disputaban los futbolistas en el campo. Los egos se transmitían a través de las ondas y para nosotros fue el comienzo de una historia que ahora disfrutan muchos espectadores que en su día la vivieron en directo", asegura Garrido.

Cristóbal Garrido y Adolfo Valor, los creadores de la serie.

Multigénero

"Nuestra pretensión ha sido siempre la de entretener, y qué mejor que un relato que tiene de todo: comedia, drama y hasta suspense, si se puede decir de alguna forma. Queríamos una comedia, pero con un punto de seriedad", abunda Adolfo Valor, quien junto a Garrido ya había trabajado en anteriores proyectos profesionales y se conocen por lo tanto a la perfección. Ambos están muy satisfechos con los resultados que está teniendo desde su estreno Reyes de la noche. Y es que ese puntito de saber lo que hay por detrás de lo que se cuenta seduce a muchos telespectadores, que enseguida captan dónde están los referentes de las tramas.

Ambos creadores se rebelan cuando se les pregunta si son conscientes de que han convertido a Javier Gutiérrez y Miki Esparbè en clones de José María García y José Ramón de la Morena: "No son clones, son primos lejanos. En ningún momento quisimos hacer una imitación de los personajes reales. La historia es cien por cien ficción. Esta inspirada en una guerra muy reconocible, pero las tramas y la relación con los personajes son pura invención. Nada que ver con la realidad. Tengo que reconocer que sí que la serie está inspirada en lo que ocurrió en una época determinada", admite Garrido. Pero muchos que la siguen por televisión sonreirán por lo bajo al leer estas palabras. Porque clones o primos lejanos, lo cierto es que por una vez en mucho tiempo, tanto José María García como José Ramón de la Morena se han puesto de acuerdo para manifestar su enfado por una historia televisiva que les disgusta profundamente. Al menos para eso ha servido.

Y hay más. El actor Javier Gutiérrez quiso estar con José María García, pero el periodista se negó por no estar de acuerdo con lo que querían contar Garrido y Valor. "Pudimos partir de algo con una base real, sí, pero con la intención de que lo que acontece en esta historia fuera totalmente inventado", añade Valor, quien reconoce sin pudor que en su día escuchó habitualmente a García y de la Morena.

Ríen los dos ante los momentos que depararon ambos líderes de la radio nocturna cuando competían a cara de perro por ser los primeros en audiencia: "Pero no hemos querido contar su historia, solo el momento histórico que se vivió entonces. Es todo inventado y eso nos ha dado mayor libertad creativa. Yo estudié con muchos que querían ser periodistas, pero no Iñaki Gabilondo; lo que de verdad querían ser era José Ramón de la Morena", remacha Valor. Y señala que en la época en la que García y De la Morena se peleaban a muerte por ganar oyentes se notaba un cambio generacional; los padres preferían al primero y los hijos se solían quedar con el segundo. "Yo no era especialmente futbolero, pero eso lo vi en casa de un amigo. El padre era de García y el hijo de De la Morena", explica. "Y sé que eso pasaba mucho".

Leyendas

"Yo no escuchaba a ninguno de los dos, nunca me interesó el fútbol, pero sí que me interesaba el fenómeno, porque ambos son casi como parte de la cultura pop. Por poner un paralelismo, a los doce años no escuchaba a Rocío Jurado, pero sabía quién era. Lo mismo me pasaba con García y De la Morena. Eran como una leyenda del momento", apunta Cristóbal Garrido.

Respecto a los personajes, y al hilo de la conversación, Valor señala que en la serie hay uno que puede tener cierta relación con, precisamente, Rocío Jurado, aunque no como cantante: "Queríamos una mujer fuerte al lado del Cóndor y nos pareció una buena idea acercar un perfil a la imagen de la Jurado, pero no es ella, eso lo dejamos claro. Paco el Cóndor es un hombre temido y respetado en la profesión, pero en casa no era el que mandaba ni imponía el ritmo, era su mujer la que se ponía al frente", sonríe.

Garrido y Valor se han sentido, dicen, muy bien escribiendo esta serie y están muy contentos con la dirección de Carlos Therón. También están satisfechos con los actores que han encarnado los personajes principales: "Todo el elenco ha hecho un trabajo brutal. Es imposible no ver en todos ellos a los personajes que habíamos imaginado. Javier Gutiérrez está insuperable, igual que Miki Esparbè. Y qué decir de Itsaso Arana. Todos los equipos lo han hecho muy bien", resume Garrido.

Sobre la posibilidad de una segunda parte de esta historia, ambos dicen que estarían encantados de poder acometerla: "Son muchas ganas las que tenemos de seguir con Reyes de la noche, pero esa es una decisión que le corresponde tomar a Movistar+. Nosotros tenemos muchas ideas y nos gustaría contar con más temporadas, pero todo llegará a su tiempo. De momento estamos disfrutando mucho de los resultados de esta primera entrega", señala Valor.

A la hora de hacer paralelismos con el periodismo deportivo actual, ambos comentan que "pensamos que el de ahora es menos agresivo en algunos aspectos y más en otros. García era un tío que insultaba, pero tenía mucha clase y mucho arte, mucho oficio. Y José Ramón de la Morena, igual. Lo que ahora veo es una traslación del periodismo del corazón al periodismo deportivo. Lo que se busca es el ruido, faldones de espectacularidad. Es otra cosa", resume Garrido.

Los enfados

"Esto que estamos diciendo está muy bien. En la serie nos enemistamos con los periodistas deportivos de antes y en la promoción lo hacemos con los de ahora. Al final, se va a enfadar todo el mundo. Pero nosotros estamos contentos con esta historia, que muestra algo más que un oficio; enseña una época, una época muy diferente y una forma de actuar que ahora sería poco ortodoxa. Hoy en día todo es más políticamente correcto, pero eso no quiere decir que no haya agresividad", comenta Garrido.

Los dos coinciden en que la radio sigue siendo importante en el mundo del deporte, pero que sin duda "ha perdido influencia. Se ha perdido a los grandes iconos, se ha perdido a las estrellas. La radio en general se está reinventando. Al igual que ha ocurrido con la televisión, ahora se puede escuchar a la carta y en soportes diferentes. Esta serie es el reflejo de un arte perdido. Ya no va a volver esa época en la que la radio nocturna estaba tan polarizada. Ya no van a volver esos comunicadores, ni tampoco esas audiencias millonarias. No va a regresar esa forma de entender el oficio, y estas pérdidas era lo que queríamos captar", finaliza Adolfo Valor.