OCHE de reyes, duelo de gigantes, batalla gladiadores son expresiones hiperbólicas utilizadas para dar publicidad y notoriedad a una serie recién estrenada en Movistar+ y que recoge fundamentalmente las vivencias, hazañas y batallitas de dos periodistas de raza que chocaron, pelearon intensamente por llevar el gato al agua de la pelea ante los micrófonos y que respondían a los nombres reales de José María García y José Ramón de la Morena, dos referencias reconocidas en el campo de la información deportiva radiofónica. Una producción audiovisual planeada como una serie por capítulos y que ofrece la vivencia del nuevo periodismo que hace casi cuarenta años pusieron en marcha estos dos espadachines de los deportes en la radio de noche. El paso del tiempo ha mitificado la pelea mediática de dos periodistas que usaron el lenguaje con libertad y acierto de público. Era el inicio de una época de nuevo periodismo que se inició en el campo deportivo y que terminó extendiéndose a todas las áreas de las redacciones con la nueva coyuntura en libertad y democracia. La serie no ha despertado demasiado ruido a pesar del esfuerzo publicitario de la plataforma y el desigual reflejo en los medios escritos y audiovisuales. Más allá de la pelea nocturna de estos dos titanes de la información deportiva y su acerado deseo de denunciar chanchullos y manejos de federativos y directivos del negocio futbolero que pasaban a cuchillo verbal las hazañas de unos y otros, en un ejercicio de denunciar más y mejor a tirios y troyanos, no dejando títere con cabeza guiados por las obsesiones persecutorias del innovador García y los ataques desaforados del jovenzuelo De la Morena en pos del éxito y la popularidad, y que no terminó su cacería hasta que consiguió desbancar al rey de la noche ,pieza perseguida por el mozalbete de Brunete, que ahora se retira de los micros. Los reyes del mambo radiofónico en tramo horario rescatado para la audiencia y marcado por el quehacer fresco, libre y arriesgado de dos voces de la radio que ya son historia, serie y recuerdo entrañable de tantas noches de insomnio y quehacer informativo.