En esta ficción cruzan sus pasos las deudas del pasado, el machismo, la venganza y la redención. “Me dio miedo de verdad”, bromeó el actor latino en una entrevista con Efe. Interpreta a un psicólogo manipulador y con demasiados secretos. Pero no es el único personaje turbio; también hay una testigo protegida en plena crisis mental que tuvo una relación con un escalofriante criminal (Lily Rabe), un violador arrepentido que busca el perdón como sea (Hamish Linklater) y la madre de una víctima sexual que intenta tomarse la justicia por su mano (Amy Brenneman).

¿Qué distingue ‘Tell me your secrets’ de otras series?

—Tiene algo muy especial, la guionista Harriet Warner. Es una mujer dulce, supernoble, bella y tiene un talento increíble, pero tiene un lado bien oscuro. Cuando veo una serie hay muchas veces que es como si la hubiera visto ya diez veces. Todas se parecen: los actores son distintos, pero el problema, el dilema y el drama es casi siempre igual. Pero esta serie es “dark” (oscura). Esta mujer tiene un talento para, no sé... Creó un mundo tan peligroso que da miedo. Cuando estaba rodando, a las 4 de la mañana pensaba en la cama: “Esto puede pasar...”. Esta serie me dio miedo de verdad.

Los personajes están afectados por un trauma del pasado y parecen condenados por ese pasado.

—Todo el mundo tiene un pasado, pero aquí no es solo el pasado: es esa persona en el presente. Cuando uno empieza a conocer a algún personaje, se da cuenta de que esa persona no es buena: es bien mala. Y te engañamos. Hay muchos engaños. No quiero hacer spoiler, pero todo el que uno piensa en esta serie que es bueno y empieza a confiar en este personaje, empieza a quererle, a enamorarse de él y quiere que triunfe... vas a ver! El corazón se te va romper porque todo lo que piensas es lo opuesto...

Su personaje de Pete, como psicólogo, parece tener mucho poder sobre Emma (Lily Rabe).

—A Pete le gusta controlar a todo el mundo. Para él, Emma es un tesoro que esconde y protege. Tiene obsesión con ella. Honestamente, no sé si es amor, cariño u obsesión (...) Es como un adicto a Emma. No la quiere dejar sola, no quiere estar sin ella. Y, a la vez, es su doctor, es psicólogo, es profesional y quiere lo mejor para ella. Tiene una confusión mental increíble. Y como actor, esos son los personajes que me gustan. Ni bueno-bueno, ni malo-malo: me gustan los papeles en los que yo soy el que tiene la mayor confusión del mundo.

¿Qué papel juega Luisiana para aportar más agobio?

—Es un personaje tan grande como el mío o el de Lily. Luisiana, Nueva Orleans, los cocodrilos, el sol... No hay otro lugar así. La humedad es como una cortina de sudor el día entero. Vivir en Nueva Orleans es lo mejor, pero también viene con una frustración.

Pete tiene una obsesión con Emma, y John es un violador en busca de redención. ¿Cómo trata la serie la masculinidad tóxica y el machismo?

—Harriet Warner puede escribir papeles de machos, con músculo. No sé cómo tiene esa capacidad, pero entiende al ser humano y entiende al hombre. Es un baile que ella baila con lo del macho, el hombre, el controlador, el macho alfa... Pete es como un niño de 12 años que nunca evolucionó, no creció emocionalmente. Mi personaje tiene barba, pelo largo y parece un macho, pero está roto.