madrid - Numerosos medios de comunicación disponen ya de robots capaces de crear noticias de forma automática. Como en otros campos, la cuestión es saber si suponen una ayuda o una amenaza. Es una de las cuestiones que ha abordado esta semana el seminario El español y las máquinas: lenguaje, ética y periodismo, organizado por la Fundación del Español Urgente (promovida por la Agencia Efe y BBVA) y la Fundación San Millán de la Cogolla.

Periodistas, ingenieros, filósofos, lingüistas, informáticos... debatieron en el monasterio riojano de Yuso sobre los aspectos éticos, comunicativos y lingüísticos de la interacción entre personas y máquinas, ya presente en nuestro día a día (asistentes de voz, buscadores, chatbots?) y que, según todos los especialistas, crecerá de forma exponencial.

¿Ética para máquinas? Un recorrido por la historia de la ciencia y un repaso de los últimos avances dejó a los asistentes en el límite de lo que, en ese ámbito, se denomina “singularidad”: la posibilidad de crear máquinas con tal capacidad de aprendizaje que puedan a su vez crear máquinas mejores que ellas mismas y así sucesivamente de modo que acabarían escapando al control humano y darían lugar a cambios inimaginables en nuestra relación con las máquinas y en nuestra concepción como seres humanos. ¿Ciencia ficción? No del todo en opinión de expertos como José Ignacio Latorre, catedrático de Física Teórica de la Universidad de Barcelona, para quien debemos acostumbrarnos a convivir con máquinas cada vez más parecidas a nosotros y que no solo ejecutarán las tareas que les encomendemos sino que tomarán sus propias decisiones. Otros expertos no creen que se alcance nunca esa “singularidad” y algunos, como el físico y teólogo Javier Sánchez Cañizares, director del Grupo Ciencia, Razón y Fe de la Universidad de Navarra, plantean si no tenemos el deber ético de impedir que suceda, de evitar la existencia de inteligencias fuera del control humano. Pero ¿quién y cómo pone límites a esa evolución tecnológica que podría, hipotéticamente, escapársenos de las manos?

¿Es periodismo? La aplicación de los sistemas de inteligencia artificial al ámbito de la comunicación y el periodismo fue otro eje del debate. Al margen de muchas otras tareas, las máquinas ya son hoy capaces de crear contenido para los medios de comunicación de forma automática a partir de datos. Por ejemplo, esos robots, alimentados por las bases de datos de la Bolsa o de La Liga son capaces de redactar noticias sobre la jornada bursátil o sobre un partido de fútbol. Y en un español, si no brillante, al menos correcto. Para Esther Paniagua, periodista independiente especializada en asuntos de tecnología e innovación, en este campo las máquinas pueden producir mucho más contenido que los humanos, ser más precisas, detectar mejor las informaciones falsas..., pero carecen de cualidades imprescindibles para hacer periodismo: capacidad para la comunicación compleja, pensamiento experto, capacidad de adaptación, juicio subjetivo? Sin ellas, opina, la máquinas pueden “crear contenido para los medios”, pero no “hacer periodismo”: ni explicar ni interpretar la realidad.

¿Serán capaces de hacerlo algún día? María Pérez Ortiz, investigadora posdoctoral en inteligencia artificial de University College de Londres no lo cree: “Las redes neuronales que se usan para producir contenido se basan en tecnologías que tratan de imitar a los humanos; pueden ser tan buenas como un humano, pero no mejores. Estamos intentando imitar a seres humanos, pero sin creatividad”.