los ángeles - Tanto delante como detrás de las cámaras, Seth Rogen se ha convertido en una figura clave de la comedia actual en Hollywood y, al presentar ahora Good Boys, reflexionó en una entrevista con Efe sobre los límites del humor y la diferencia entre sentirse “ofendido” o “insultado” por un chiste.

“Nosotros no somos personas que crean que la cultura de lo políticamente correcto esté dañando la comedia, las películas o el arte en cualquier medio o forma”, apuntó este multifacético artista que ha sido actor, productor, director y guionista. “Pero creo que muchos comediantes tienen miedo de eso porque se ríen de ciertos grupos de personas que ahora tienen una voz que antes no tenían. Y se están dando cuenta de que no les gusta cuando se ríen de ellos. Nosotros no tenemos un problema con eso, honestamente. Intentamos ser respetuosos (...). No queremos que la gente se sienta herida cuando ve nuestras películas”, añadió.

No obstante, Rogen (Vancouver, Canadá, 1982) matizó que no todas las quejas contra la comedia son igual de válidas. “Creo que hay una diferencia entre la gente que se siente ofendida y la gente que se siente insultada. La gente que está en plan no deberían hacer una película sobre niños diciendo tacos (en referencia a Good Boys), eso es ofensivo... No me importa una mierda esa gente”, afirmó. “Pero la gente que es como soy de un grupo marginado y este chiste me ha hecho sentirme aún más marginado, eso sí me importa. Son dos cosas muy diferentes. Con una es muy fácil ser respetuoso y con la otra es muy fácil ser irrespetuoso”, dijo entre risas.

comedia gamberra Rogen se alió con Evan Goldberg, su inseparable socio, para producir Good Boys, gamberra comedia de calificación R (por la que los menores de 17 años deben ir con un adulto al cine) y que se estrena hoy en EE.UU. bajo la dirección del debutante Gene Stupnitsky. En Good Boys, tres niños (Jacob Tremblay, Keith L. Williams y Brady Noon), que apenas empiezan a vislumbrar la adolescencia, se ven envueltos en una aventura de la que tendrán que salir juntos y como amigos tras destrozar el dron del padre de uno de ellos. Insultos, palabras malsonantes y chistes brutales sobre sexo y drogas salen de las bocas de estos pequeños en una comedia de apariencia salvaje en el exterior pero muy emotiva en cuanto a su representación de la preadolescencia y la inocencia e ignorancia que caracterizan esos años. Este no es, ni mucho menos, un territorio extraño para Rogen que ha brillado como actor o productor en comedias costumbristas y generacionales. “Es simplemente algo muy cercano para muchas personas”, comentó Rogen sobre lo útil que es la adolescencia para el humor. “Más allá de lo que hagas como adulto, muchas de nuestras experiencias infantiles tienen fundamentos similares (...): la ansiedad de crecer, dónde encajo, quiénes son mis amigos, cómo intento enrollarme con las personas que me atraen, qué miedo que da todo esto...”, enumeró.

En el caso de Good Boys, Rogen enfatizó la enorme ingenuidad de sus protagonistas, tres niños de doce años para los que beber tres tragos de cerveza ya es un logro sobrehumano. “No intentan tener sexo: simplemente esperan quizá besar a una chica en los labios”, añadió al defender que, más allá de su humor solo para adultos, es una película “dulce” y “con corazón”. En un sentido similar se manifestó Goldberg, también productor de Good Boys. “Estos niños son demasiado pequeños como para sentir miedo por decir cómo se sienten. Los niños a veces dicen cosas que un adulto no puede o no diría”, indicó. “En esos años simplemente estás descifrando el mundo. Nosotros, literalmente, no entendíamos completamente la anatomía femenina, no sabíamos las palabrotas correctas (...), no sabíamos qué decirles a las chicas, no sabíamos qué decirle al otro. Es una época extraña, pero también te lo pasas en grande”, finalizó.