bittori y Miren tienen dos miradas distintas y una amistad que ha perdurado desde la infancia hasta que una bala se interpone en el camino. Son las dos mujeres protagonistas de Patria, la serie basada en el libro de Fernando Aramburu y que Aitor Gabilondo ha adaptado para convertirla en serie de HBO, la primera que el canal graba en el Estado y que en 2020 se verá en Europa.

Rodaje intenso Durante esta semana los donostiarras y visitantes se han encontrado con un mundo irreal en estos momentos, el mundo en el que las manifestaciones a favor de presos de ETA y de la independencia de Euskadi llenaban las calles de la Parte Vieja de Donostia. Un rodaje siempre crea expectación, el de Patria también evocó recuerdos de un pasado reciente. Muchos espectadores involuntarios volvieron la cabeza a la década de los 80 cuando el grito de “Gora ETA” resonó el martes en el Boulevard donostiarra.

Bittori, el personaje que interpreta Elena Irureta, y su amiga Miren, Ane Gabarain, salen de una tarde de risas y confidencias en una chocolatería del Boulevard, es su cita semanal. Según salen a la calle se encuentran con una manifestación. Ante la sorpresa de Bittori, Miren sigue las consignas y se une a ella, pero también hay novedades que ponen el mundo de la protagonista del revés. Su amiga le confiesa que su marido, Txato, está siendo extorsionado por ETA.

dos relatos Aitor Gabilondo, guionista y responsable de la productora Alea Media, empresa audiovisual que está al frente de la producción, es quien ha adaptado la novela de Aramburu para convertirla en una serie de ocho capítulos con una única temporada. Para él esta historia no es un relato único, es el relato de las dos partes de un conflicto que durante décadas ha colonizado una parte importante de la vida social y política en Euskadi.

El rodaje continúa según avanza la manifestación por la calle Portu, un escenario de ficción en esta ocasión, pero que hace tres décadas era real. Productor, director y actores están de acuerdo que es una historia en la que hay que hilar muy fino para que se entienda lo que ocurrió a lo largo de décadas sin desequilibrios.

viaje a los 80 No solo las reivindicaciones o las manifestaciones trasladan al observador callejero a los 80, el vestuario también tiene un papel importante en la narración. Se imponen los tonos neutros, una forma de vestir más convencional en una parte de los actores y también más uniformada y con pocas concesiones a la diversidad. Un trabajo realizado por la diseñadora bilbaina Clara Bilbao y su equipo. “El vestuario tenía que dar libertad al personaje, no puede distraer al espectador de la historia que se está contando. Es un trabajo muy interesante y, sobre todo, de gran magnitud”, asegura la responsable del vestuario, una profesional que ha obtenido el premio Goya al mejor vestuario en tres ocasiones.

El autor literario Fernando Aramburu no se ha implicado en la adaptación, dio vía luz verde a Aitor Gabilondo para realizar el guión, tampoco ha pasado por el rodaje, aunque está invitado y se le espera bien en la parte de exteriores que se está realizando en Euskadi y que durará hasta junio o en la parte de plató que se grabará en Madrid y que finalizarán en agosto.

Turistas y residentes en Donostia se han sentido sorprendido por una estética en el rodaje que remonta a momentos muy duros. Bittori regresa al pueblo en el que vivía antes del asesinato de su marido. Han pasado los años y no hay disparos ni bomba, pero sí heridas muy profundas.