A menudo me preguntan: ¿Por qué versionar una película tuya? Podría hablar durante horas sobre las razones, pero hay una respuesta muy simple: por mi admiración a Julianne Moore”. Así de directo responde el chileno Sebastián Lelio a por qué ha decidido embarcarse en el remake de Gloria. Y es que cuando conoció a Moore en 2015 y ésta le contó cómo había conectado con el personaje y la historia en general, finalmente decidió lanzarse a por el remake. En cuanto a esta nueva versión, Lelio apunta que si bien intentaron “honrar al ADN de la película original”, también han buscado un nuevo tono. “Lo hicimos por amor al cine, por la emoción al riesgo y el reto artístico”, comenta.

Así, Gloria Bell es el retrato de una mujer: Gloria, interpretada por Julianne Moore. Es una divorciada de espíritu libre que pasa los días en un aburrido trabajo de oficina y las noches en la pista de baile, dejándose llevar alegremente por las discotecas de Los Ángeles. Después de conocer a Arnold -John Turturro- una de esas noches, se ve inmersa en un inesperado nuevo romance, plagado de emociones por el nuevo amor y las complicaciones familiares, de identidad y del mundo de las citas.

El filme original de Gloria vio la luz en 2013 y, según opina Sebastián Lelio -que desde entonces ha hecho dos películas, Una mujer fantástica y Disobedience-, “el mundo ha cambiado drásticamente con el resurgimiento de la extrema derecha”. Por ello opina que con este remake, “la historia de una mujer que se niega a rendirse adquiere nueva relevancia y urgencia”. De ahí que, como el resto de la gente, concluye, “Gloria es golpeada por el mundo, pero ella sigue de pie”. Y no solo se resucita a sí misma y avanza, sino que “sigue buscando experimentar la belleza de la vida”.