Quién no conoce a Pippi Calzaslargas? El personaje pelirrojo, creado en 1945 por la escritora sueca Astrid Lindgren, protagoniza unas aventuras literarias que se han traducido a más de 60 idiomas, vendiendo más de 160 millones de ejemplares en todo el mundo y dando pie a adaptaciones televisivas y películas. Y, sin embargo, quizá a la pregunta de ¿cómo nació Pippi Calzaslargas? es probable que muchos no sepan la respuesta. Y esta esconde una historia real, la de su creadora, como madre coraje frente a todo.

Porque, según confesó la propia Astrid, el nombre de Pippi lo concibió cuando su hijo de siete años, enfermo de una infección pulmonar en el invierno de 1941, le pidió que le narrara, como divertimento frente a sus horas de encierro, las aventuras de una niña llamada Pippi Calzaslargas. Aquel fue el punto de partida de la pequeña pelirroja, pero solo una parada más de la agitada -y desconocida- vida que llevó Astrid Lindgren.

Es así como Conociendo a Astrid busca arrojar cierta luz sobre la autora, a quien la directora del filme, la cineasta danesa Pernille Fischer, liga a su infancia. “Fue la primera persona que me hizo reflexionar sobre mi propia existencia”, apunta la directora, premiada en dos ocasiones en la Berlinale con sus filmes Alguien a quien amar (2014), Una familia (2010) y Enjabonado (2006).

Por ello, cuando se enteró de la enfermedad pulmonar que sufrió su hijo, Fischer pensó en cómo ese suceso le había influido “en convertirse en la gran narradora que es” y comenzó a investigar acerca de su vida. Así, Conociendo a Astrid “es la historia real de una joven que, a pesar de los condicionamientos de su época y de una educación religiosa, decidió romper con las normas de la sociedad y obedecer sólo a su corazón”.

Porque Astrid comenzó a trabajar en un periódico local, en el que terminará enamorándose de su editor, Blomberg. Con él inicia una relación, pero Astrid queda pronto embarazada y Blomberg, en trámites de divorcio, no puede hacerse cargo del niño, por lo que Astrid decide huir de su pueblo, Vimmerby, para escapar a Copenhague. Ahí dará a luz en secreto a su hijo Lasse, para iniciar una pelea de supervivencia diaria como madre soltera en una época en que no estaban bien vistas las mujeres independientes. De hecho, incluso mantuvo oculto a su hijo durante casi cuatro años.

“Uno puede ver en estos años a Pippi encarnada en su autora. Insistía en ser como era y le daba igual lo que le dijeran”, opina Kim Fupz Aakeson, coguionista de Conociendo a Ingrid junto a la propia Pernille Fischer Christensen, quien comparte la opinión: “Todos necesitamos un modelo para dar el primer paso y ella lo fue para muchas mujeres”. Una vida transgresora para un personaje, el de Pippi, transgresor.