Con la imparable subida de la luz, saber cuándo es más barato enchufar la lavadora, la secadora o el lavavajillas se ha convertido en todo un reto: el precio varía cada día y los picos y valles se producen a distintas horas.

Cinco estudiantes de Telecomunicaciones de la Universidad Pública de Navarra (Patxi Andueza, Tyurkiyan Dzhemalova, Javier Mc Conaghy, Miguel Ángel Sánchez y Alejandro Zancas) han desarrollado una aplicación móvil -MiLuz- que calcula cuál es el mejor momento para poner los electrodomésticos según el tiempo que vayan a estar en funcionamiento. El objetivo es cristalino: facilitar al máximo el ahorro. La app se puede descargar en MiLuz.

A principios de semestre, el equipo realizó una sesión de brainstorming, "empezamos a soltar ideas, fueran buenas o malas, se apuntaron y las fuimos filtraron", explica Patxi. Todas se quedaron en el colador excepto MiLuz. "Vimos que era un tema con potencial porque estaba constantemente en los medios de comunicación y que el cliente objetivo era todo el mundo", apunta.

Además, realizaron un estudio de mercado, analizaron a sus competidores y detectaron ciertas debilidades: "No son muy accesibles ni prácticas porque ofrecen demasiados datos. No están pensadas para el público general porque para usar algunas parece que necesitas un máster", asegura.

Y el profesor, Eduardo Magaña, se percató de que todas las apps cometían el mismo fallo: "El precio lo representan en una gráfica curva, mientras que el coste a tiempo real cambia en escalones", incide Patxi.

Se pusieron manos a la obra y a principios de diciembre publicaron la versión definitiva. "De un vistazo", el usuario contempla el tramo del día con el precio más bajo y más alto, el precio medio de esa jornada y el actual, que se actualiza cada hora.

E incluso los del día siguiente "en cuanto" la Red Eléctrica de España los publica. La actualización "inmediata" favorece la planificación: "Puedes estar después de cenar y pensar, 'ahora pongo la lavadora', pero entras a la app y ves que los precios de mañana van a ser más baratos. Si no te corre mucha prisa, puedes esperar", señala.

Todo ello, se representa en un gráfica ilustrada con un código de colores que emplea como referencia el precio medio. "Es muy sencillo. Si ves una tonalidad verde, adelante, si es roja, espérate un poquito. Nos hemos centrado en la accesibilidad y sencillez. La idea es que nuestros abuelos puedan utilizar esta aplicación", bromea.

Además, cuentan con una "herramienta única", un algoritmo que calcula cuáles son los tramos exactos más baratos para enchufar un electrodoméstico según su duración. "En el resto de aplicaciones, si el tiempo del uso pasa de la hora, tienes que sacar papel y boli y ponerte a hacer cálculos. Solo te ofrecen los mejores tramos pero de hora en hora. Por ejemplo, de cuatro a cinco o de cinco a seis, pero no te calculan las mejores combinaciones de hora y media o de dos", reflexiona.

Gracias a este sistema, subraya, ha visto ahorros de hasta el 51,2% respecto al precio más alto de la jornada. Y para que al usuario no se le olvide enchufar su electrodoméstico a la hora seleccionada, puede programar una notificación que sirva de recordatorio.

DIFICULTADES

El desarrollo, confiesan, no ha estado exento de dificultades. El equipo quería que la aplicación se pudiese descargar en todos los sistemas operativos (Android e iOS) lo que les obligó a programar en Dart, un lenguaje que no habían estudiado en la carrera.

"Tuvimos que aprenderlo, pero llevamos muchos años programando. Si tú sabes castellano, igual puedes entender el italiano porque ambos proceden del latín. Aquí ocurre parecido, una vez sabes cómo se estructuran las cosas, te puedes amoldar rápido", compara.

El segundo frente abierto fue la gráfica, con la que "nos hemos peleado muchísimo". El culpable, el alto precio de la luz, "que no paraba de subir". Al principio, recuerdan, habían colocado el límite superior en 300 euros megavatio/hora y lo terminaron fijando en más de 400. "La gráfica se nos salía de la propia gráfica y empezaba a comerse las letras. Lo peor fue que una vez nos ocurrió cuando la app ya estaba publicada. La gente la estaba usando, vieron el gráfico desconfigurado y puede afectar negativamente a tu imagen y a la experiencia del usuario", lamenta.

Las bajadas, paradójicamente, también causaron problemas. "Los mínimos siempre estaban alrededor de 200 y de repente un sábado a las tres de la madrugada bajó a 20", relatan. Además de rediseñar la gráfica, Google debe verificar y dar el visto nuevo a la aplicación y notificar a los usuarios, ahora mismo alrededor del centenar, que la deben actualizar.