ERO lo mismo nos puede suceder a los mayores, dejar el chiringuito veraniego para volver a la oficina o a la fábrica se nos puede hacer muy pesado. Pero nadie nos dirá que somos adictos al chiringuito y por tanto no podemos hablar de adicción a los videojuegos.

Me decía un experto en el tema de las adicciones, a las que denominan adicciones sin sustancia, que en la mayoría de los casos esta enfermedad no la provoca un entorno sino que las personas sensibles a padecerla lo harán con videojuegos, máquinas tragaperras o las loterías. Pero como padres debemos estar atentos para que todo esto no desemboque en posibles problemas en el futuro.

A Fortnite no le hace falta publicidad, porque se trata de un videojuego gratuito que acaba de anunciar esta semana su octava temporada. Curiosamente es uno de los juegos para consolas que obtiene grandes beneficios económicos para la compañía dueña de la franquicia, Epic Games. El truco está en las compras asociadas. Para jugar no necesitas nada, solo la consola, descargarlo y ponerte a ello. La tienda no ofrece mejoras con las que poder pasar más pantallas o armas que nos permitirán abatir a los enemigos.

Solo tiene lo que se denominan productos cosméticos, personalizaciones de los avatares o muñecos con los que se desarrolla el juego. Si no quieres pagar por estos disfraces no lo tienes que hacer pero la mayoría de los jugadores acaban pasando por caja. La otra forma de no pagar es ir ganando experiencia y partidas y canjear estos puntos en la tienda. Lógicamente si quieres tener muchos puntos tendrás que ganar y para ello tendrás que tener mucha experiencia que solo puedes adquirir jugando.

Los padres no suelen sentirse ni interesados ni preocupados por los videojuegos y aquí comienza el primer error. Imagíntae que les dejas a tus hijas de 14 años el coche sin preocuparte de que harán con él, si es legal o no conducir a esa edad o los peligros que queden ocasionar. Por supuesto si no eres un descerebrado, nunca les permitirás hacer eso con esa edad. Pero sí que les dejas la consola horas y horas, eres tú quien les compra los videojuegos y además para que te dejen ver la televisión tranquilamente, les has comprado una para que estén en su cuarto jugando sin que te molesten. No estoy diciendo que tengas que jugar con ellos, solo que conozcas que hay todo un mundo detrás de las consolas y que si no nos preocupamos de ello, al final puede ser un problema.

Hay una serie de síntomas que son el anuncio de un posible problema de adicción, pero no solo a los videojuegos, pueden serlo también al alcohol, las drogas o las apuestas. El aislamiento social, un empeoramiento del rendimiento académico, la pérdida de la noción del tiempo, los dolores óseos o articulares y la ira desmesurada, pueden ser signos de alerta que si los descubrimos de forma temprana se puede convertir todo en una mera anécdota.

Jugar de lunes a viernes, durante el colegio no es muy conveniente, los videojuegos son para el fin de semana, durante la semana es tiempo de colegio y de deporte. Aunque no quieran debemos ofrecerles desde casa alternativas en forma de excursiones, salir al parque y descubrir que hay más que las pantallas. Eso sí, prohibir no es nunca útil.

@juandelaherran