La Comisión Europea propuso este miércoles que el despliegue de la red 5G llegue a todas las áreas pobladas de la Unión Europea en 2030 y que, en ese mismo año, los Veintisiete produzcan el 20 % de los semiconductores a nivel global.

A día de hoy, sólo el 14 % del territorio comunitario dispone ya de 5G y la UE produce el 10 % de los semiconductores que se fabrican a nivel mundial.

Coincidiendo con el discurso de la Unión que pronunció hoy en el Parlamento Europeo la presidenta del Ejecutivo Comunitario, Ursula Von der Leyen, en el que anunció una nueva Ley Europea de Chips, Bruselas presentó hoy una propuesta para fijar unos objetivos vinculantes a nivel europeo para impulsar la transición digital.

"Se trata de crear conjuntamente un ecosistema de chips europeo de última generación, que incluya su fabricación, garantice nuestra seguridad de suministro y desarrolle nuevos mercados para una tecnología europea pionera", dijo Von der Leyen en su alocución ante la Eurocámara.

Para impulsar la transición digital, el Ejecutivo comunitario también quiere que a lo largo de esta década, el 75 % de las empresas trabajen con inteligencia artificial y con macrodatos o que en 2030 haya 20 millones de europeos especializados en tecnologías de la información.

"Hoy proponemos un plan concreto para lograr la transformación digital, por un futuro en el que la innovación está al servicio de las empresas y nuestras sociedades", dijo la vicepresidenta de la Comisión Europea responsable del área digital, Margrethe Vestager.

"Debemos asegurarnos que Europa no se encuentre en una situación de gran dependencia en los próximos años. De lo contrario, estaremos demasiado expuestos a los altibajos que ocurran en el mundo y desaprovecharemos el crecimiento económico y la creación de empleo", añadió el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton.

Los objetivos que propuso hoy Bruselas serán vinculantes a nivel comunitario si los aprueban el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE, aunque la Comisión evitó fijar metas concretas para cada uno de los Estados miembros, que tendrán libertad para definir sus propias políticas en estos ámbitos.

La Comisión Europea publicará anualmente un informe sobre el grado de implementación a nivel comunitario de los objetivos que fijó hoy para 2030 con recomendaciones individuales a cada uno de los países para que cumplan con las metas que ellos mismos se habrán marcado previamente.

Sin embargo, no se prevén multas económicas a los países si no cumplen con lo prometido, según explicaron fuentes comunitarias.

Paralelamente, Bruselas elaborará una lista de proyectos de interés comunitario que al tratarse de grandes inversiones requerirán de al menos la colaboración de tres Estados miembros, para impulsar, por ejemplo, el desarrollo de la red 5G, la adquisición de superordenadores u ordenadores cuánticos o la creación de centros especializados en ciberseguridad.

Los países que quieran podrán colaborar en la financiación de estos proyectos, ya sea mediante el uso de fondos públicos o comunitarios o con la colaboración del sector privado.

Si lo desean, podrán formar también consorcios con el beneplácito de la Comisión Europea, que tendrán su propia personalidad jurídica, su junta directiva y deberán ser responsable de su propia deuda, sin que la UE se deba hacer responsable de ella.