Los primeros animales conocidos de la Tierra pueden haberse encontrado en forma de esponjas que vivieron hace 890 millones de años en lo que hoy es el noroeste de Canadá.

La paleontóloga Elizabeth Turner de la Universidad Laurentian ha encontrado estructuras similares a esponjas en el tejido de rocas de los arrecifes fosilizados de Little Dal, en el noroeste canadiense. Ha presentado resultados en ‘Nature’.

Las diminutas estructuras en forma de tubo se asemejan a las que se encuentran en algunos tipos de esponjas modernas, y se han encontrado alrededor de cañas de carbonato de calcio construidas por bacterias.

Si las microestructuras resultan ser los restos de esponjas antiguas, serían anteriores a las esponjas más antiguas conocidas en unos 350 millones de años. Además, serían evidencia de que la vida animal surgió 90 millones de años antes que lo pensado hasta ahora de acuerdo con los cambios en los niveles de oxígeno atmosférico.

Se suponía que la vida animal no apareció en escena hasta después de que los niveles de oxígeno aumentaran en el llamado evento de oxigenación neoproterozoica. Las esponjas son el tipo de animal más básico conocido y los principales candidatos en la búsqueda de los fósiles biológicos más antiguos de la Tierra.

Casi 1.000 millones de años

El análisis de los genomas de las esponjas ha indicado que evolucionaron por primera vez durante la era neoproterozoica temprana, hace entre 1.000 y 541 millones de años. Sin embargo, la evidencia de esponjas fósiles reales de este período de tiempo en el registro de rocas ha faltado notablemente.

En su estudio, la doctora Turner analiza muestras de rocas extraídas de los arrecifes de Little Dal, que fueron acumuladas por un tipo de bacteria que produce depósitos de carbonato de calcio.

Bajo el microscopio, identifica redes ramificadas de estructuras en forma de tubo (vermiformes) que se asemejan a los esqueletos fibrosos que se encuentran en la queratosa moderna, o esponjas ‘córneas’, como las que se usan para hacer esponjas de baño comerciales.

Cada estructura de tubo, señala Turner, contenía y estaba rodeada por cristales del mineral calcita, junto con estructuras previamente identificadas en rocas de carbonato de calcio que se cree que fueron creadas por la descomposición de las esponjas de queratosa.

“El organismo de microestructura vermiforme milimétrica a centimétrica vivía sólo en, dentro e inmediatamente al lado de los arrecifes construidos por cianobacterias calcificantes”, explica Turner en su artículo en Nature, citada por Daily Mail.

Añade que la supuesta esponja ‘ocupaba micronichos en los que estos calcimicrobios no podían vivir. “Si la microestructura vermiforme es de hecho el tejido fosilizado de esponjas de queratosa, el material descrito aquí representaría la evidencia fósil corporal de animales más antigua conocida hasta la fecha.

Además, continua, “proporcionaría la primera evidencia física de que los animales emergieron antes del evento de oxigenación neoproterozoica y sobrevivieron a los episodios glaciales del período criogénico”.