El gigante de internet Amazon destruye millones de productos nuevos cada año. Se trata de bienes que han sido devueltos sin usar por algún cliente, y de algunos de los productos que no se llegan a vender.

Ventiladores, aspiradoras, televisores inteligentes, secadores de pelo, auriculares, MacBooks, iPads e incluso decenas de miles de mascarillas contra la Covid-19 todavía en sus envoltorios son algunas de las cosas que se destruyen cada semana, según informó un ex empleado de la empresa a ITV News, el programa que llevó a cabo la investigación.

El noticiero británico logró colarse en la planta de Amazon de Dunfermline, en Escocia, y grabar imágenes de la asombrosa cantidad de desperdicio. El antiguo empleado de la firma reveló que cada semana, tan solo en su planta se deshacían de 130.000 productos. Hay semanas que hasta 200.000 artículos han sido mandados a destruir.

La mitad de los bienes destruidos están sin abrir, con el envoltorio intacto. La otra mitad, son devoluciones de los clientes que se encuentran en buen estado. El personal de la empresa se ha insensibilizado ante lo que les ordenan hacer con los productos.

Según un documento filtrado desde el almacén de Dunfermline, a lo largo de una semana del mes de abril se destruyeron 124.000 items y tan solo 28.000 fueron donados. Casi todo lo desechado podría haber sido redistribuido entre organizaciones de beneficencia.

Los productos son clasificados en cajas marcadas con la etiqueta "destruir". Estas son recogidas por camiones, que el informativo inglés siguió, y depositadas en centros de reciclaje y, todavía peor, en vertederos. De la cadena de producción, a la papelera.

¿Por qué se destruyen millones de productos de esta manera? La respuesta es que la estrategia, que es completamente legal, es parte del exitoso modelo de negocio de la multinacional. Muchos vendedores eligen almacenar sus productos en los depósitos del gigante estadounidense, sin embargo, cuanto más tiempo pase sin haber sido vendidos, más se les cobra por albergarlos. Por ello, es más barato destruir los bienes que continuar almacenándolos.

Un documental francés de 2019 documenta las mismas prácticas en el país galo. Sin embargo, desde Amazon afirman que "trabajan para llegar a la meta de desperdicio cero" y su prioridad es revender, donar o reciclar. Según el mayor minorista de internet, tan solo un 1% de los productos es quemado para producir energía.

Los gobiernos están recibiendo muchas peticiones para cambiar el marco legal que permite estas prácticas, para evitar semejante nivel de contaminación y reducir el uso de plástico. El Primer Ministro británico Boris Johnson se pronunció al respecto, diciendo que "lo mirarán".