Oviedo, la vieja población en la que sufría mal de amores Ana Ozores en La regenta de Clarín, actual sede de los Premios Princesa de Asturias y a la que alaba el cineasta Woody Allen como “ciudad de cuento de hadas donde todo es antiguo, limpio y agradable”, es la capital del Principado de Asturias, además de ciudad de esculturas urbanas y arte, espacio con parajes naturales y origen del Camino de Santiago.

Naturaleza, arte prerrománico, fiestas, gastronomía, los Premios Princesa de Asturias y muchas cosas más ofrece Oviedo, ubicada en el corazón de Asturias y cuya capital es también la del Principado. En el pasado fue capital del primer reino cristiano de la Península Ibérica y, por tanto, origen del Camino de Santiago, fundado por el rey asturiano Alfonso II.

Situada en el corazón de Asturias y su segundo municipio más poblado, conserva en el siglo XXI su impronta monástica y regia, y su extensión y configuración permiten su recorrido a pie, donde el visitante descubre rincones llenos de encanto y hasta un total de 32 figuras escultóricas, de La Maternidad a La Torera, pasando por la de Woody Allen y Mafalda, la de Rufus, el perro callejero, Mujer sentada o la realizada por Botero.

Placa del Camino de Santiago.

Faro de la cristiandad en la Baja Edad Media, aún atesora entre sus reliquias una referencia universal: el Santo Sudario. Además, ofrece un entorno rural agradable para el paseo en el cercano Monte Naranco y las zonas de Faro, Limanes, Santa Ana de Abuli o el parque de San Francisco. Conviene no abandonar la ciudad sin disfrutar de su gastronomía y de la sidra, en el famoso bulevar.

Arte y mercado

El escritor Leopoldo Alas, Clarín bautizó a la hoy Plaza del Fontán, quizás la más importante de la ciudad, como el Mercado del Pan. De planta rectangular y situada en el casco antiguo de Oviedo, fue un corral de comedias en el pasado y hoy, en 2023, todavía acoge un populoso mercado entre la belleza y el colorido de sus edificios, en cuyo entorno se vive una intensa vida social.

El amante del arte disfrutará con los ejemplos prerrománicos que atesora, como algunos detalles de la antigua iglesia de San Tirso El Real, la iglesia de San Julián de los Prados –conocida como Santullano– o la Fuente de la Foncalada, cuyas piedras revestidas de musgos y aguas nos trasladan a la antigüedad. Y en el entorno, en la falda del Naranco, aparecen dos edificios obligados para los visitantes: las iglesias de San Miguel de Lillo y Santa M.ª del Naranco.

Y debe guardarse siempre un buen rato para visitar como se merece la catedral local, referencia del Camino de Santiago y con su esencia de capilla palatina intacta. Existe una visita a la torre gótica de la Sancta Ovetensis, de una hora de duración. Además de los Premios Princesa de Asturias, la capital cuenta con una temporada de ópera más que recomendable.