El Gobierno cuatripartito de Finlandia, del que forma parte la ultraderecha, presentó este jueves un paquete de medidas destinadas a combatir el racismo que evitará la ruptura de la coalición, tras apenas dos meses y medio de legislatura marcados por los comentarios polémicos de varios ministros ultras.

Los líderes del partido conservador Kokoomus, el ultraderechista Verdaderos Finlandeses, el Partido Popular Sueco y los cristianodemócratas comparecieron ante la prensa para explicar el alcance de este conjunto de 23 medidas, con las que pretenden fomentar la igualdad y la no discriminación.

Holocausto, género, etnias y religión

Este plan de acción contempla, entre otras cuestiones, criminalizar la negación del Holocausto nazi, lanzar una campaña contra el racismo, perseguir la desigualdad de género y castigar la discriminación de grupos étnicos o religiosos.

"Todos los ministros del Gobierno rechazan el racismo y se comprometen a trabajar activamente contra el racismo en sus propias esferas, tanto en Finlandia como a escala internacional", afirmó en rueda de prensa el primer ministro, el conservador Petteri Orpo.

Mejorar la imagen tras los comentarios polémicos de varios ministros

Con este acuerdo, el Ejecutivo busca mantener la unidad de la coalición cuatripartita y mejorar su imagen internacional tras el escándalo causado por los comentarios abiertamente racistas de varios ministros de Verdaderos Finlandeses, entre ellos su líder y actual titular de Finanzas, Riikka Purra.

Cuando aún no se dedicaba a la política, Purra publicó en un foro de internet algunos textos en los que se refería a las personas de raza negra con el calificativo despectivo de "neekerit", a los musulmanes como "penes de moka" y a los inmigrantes procedentes de Turquía como "monos turcos".

Antes de que la prensa rescatara esos antiguos comentarios a mediados de julio, el ministro de Asuntos Económicos, el también ultraderechista Vilhelm Junnila, se vio obligado a dimitir por sus presuntos vínculos con grupos neonazis, tras menos de dos semanas en el cargo.

Su sucesor, Wille Rydman, también fue acusado de insultos racistas en varios mensajes privados, agravando el escándalo tanto dentro de Finlandia como fuera.

Moción de censura

La oposición de izquierdas presentó la semana pasada una moción de censura contra Purra y Rydman, que será debatida a principios de septiembre, por lo que consideran "actitudes inaceptables por parte de un miembro del Gobierno".

El pequeño Partido Popular Sueco (SFP), representante de la minoría suecohablante de Finlandia, llegó a amenazar con abandonar la coalición gubernamental si sus socios de la ultraderecha no se comprometían públicamente a luchar contra el racismo, lo que probablemente hubiera provocado la caída del Ejecutivo.

Para evitarlo, representantes de los cuatro partidos del Gobierno negociaron contra reloj un plan de acción contra el racismo, cuyas conclusiones fueron presentadas este jueves.

"Con estas medidas enviamos un mensaje muy claro a los ciudadanos y al mundo, y es que el Gobierno finlandés no tolera el racismo", dijo en rueda de prensa la líder del SFP, Anna-Maja Henriksson.