talia amaneció ayer convulsionada por el hecho de que el diario La Stampa publicaba un artículo en el que se aseguraba que a finales de mayo se produjeron contactos entre un funcionario de la embajada rusa en Roma y el asesor para relaciones internacionales del líder de la Liga, Matteo Salvini. En aquella ocasión, el funcionario ruso habría preguntado si el partido de Salvini estaba dispuesto a retirar la delegación de ministros del Gobierno encabezado por Mario Draghi para derribarlo. La Stampa aseguraba que estos supuestos contactos entre la Liga y la legación diplomática rusa se recogían en documentos de los servicios de la Inteligencia italiana. Sin embargo, la Autoridad delegada para la seguridad de la República desmintió después la implicación de los servicios de Inteligencia en el asunto, asegurando que “carece de todo fundamento”.

Draghi dimitió después de que la Liga de Salvini, junto a la conservadora Forza Italia (FI) de Silvio Berlusconi y el populista Movimiento 5 Estrellas (M5S) d Giuseppe Conte, le retirasen su apoyo parlamentario y obligasen a la convocatoria de elecciones anticipadas tras forzar la caída del Ejecutivo de “unidad nacional”.

Tonterías, según Salvini

El propio Matteo Salvini ofreció posteriormente su versión de los hechos en declaraciones a la emisora Radoi24. El líder de la Liga descartó que las autoridades rusas estén detrás de la crisis desatada en el seno del Gobierno italiano. Salvini, que aseveró que las acusaciones contra Moscú por haber influido supuestamente en la política interna del país son “tonterías”, recalcó que Italia “está con la OTAN, pero también busca buenas relaciones con (Vladimir) Putin”. “Es el sentido común el que prima”, señaló.

“¿Sombras rusas en la crisis? Son tonterías. Trabajé y trabajo por la paz y para tratar de detener esta maldita guerra. Imagínate si voy a hablar de ministros y viceministros”.

“Me parece la fantasía habitual sobre Putin, fascismo, racismo, nazismo, soberanismo. No creo que Putin esté detrás de la planta de conversión de residuos en energía en Roma”, añadió aludiendo a la incineradora que fue una de las causas del M5S para no apoyar a Draghi.

En este sentido, despejó las dudas sobre los supuestos contactos entre uno de sus asesores, Antonio Capuano, y varios altos cargos rusos, con los que se habría reunido a finales de mayo en la Embajada de Rusia para hablar del Gobierno de Draghi. “La política internacional es independiente de los gobiernos”, matizó el que fuera ministro del Interior italiano. “Somos pro-europeos y atlantistas, pero esto no significa que no podamos tener buenas relaciones con Putin. La guerra acabará antes o después y los que se hayan equivocado pagarán”, manifestó.

Además, Salvini insistió en que él es un “aliado fiable para los italianos, así como para la líder del partido Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, y el presidente del partido Forza Italia, Silvio Berlusconi, con quienes ha llegado a un acuerdo de cara a las próximas elecciones, previstas para el 25 de septiembre. “Ha ganado el sentido común. (...) Es el presidente del país el que entrega el mandato, la Constitución lo dice, y lo que los italianos decidan es sagrado”, puntualizó.

Sus palabras llegan después de que el propio Draghi incidiera en la necesidad de “tomar medidas para combatir la injerencia de Rusia y otras autocracias en las políticas internas y la sociedad italiana”. “Italia es un país libre y democrático, por lo que tenemos que responder ante aquellos que quieren seducirnos con un modelo autoritario para poder reforzar los valores europeos”, manifestó entonces Draghi en unos comentarios que fueron rechazados por Moscú.

Preguntas de Letta

Por su parte, Enrico Letta, líder del Partido Demócrata (PD), la principal formación progresista de Italia, aseguró que las revelaciones periodísticas sobre los vínculos del líder ultraderechista Matteo Salvini con Rusia “son inquietantes” y que es necesario saber si fue el presidente ruso, Valdímir Putin, quien propició el final del Gobierno de Draghi. “Queremos saber si fue Putin quien hizo caer el Gobierno de Draghi”, dijo Letta. “Los hallazgos de hoy en La Stampa sobre los vínculos entre Salvini y la Rusia de Putin son inquietantes, la campaña electoral comienza de la peor manera, con una enorme mancha. Queremos saber si fue Putin quien hizo caer el gobierno de Draghi”, añadió.

El ex primer ministro anunció que va a pedir la intervención del Comité Parlamentario para la Seguridad de la República (Copasir), que controla los servicios de Inteligencia, porque “si fuera así, sería algo de una gravedad infinita y añadió que “Salvini no ha conseguido ni siquiera desmentirlo con una declaración que confirma todas sus oscuras conexiones”.

El PD y el centrista Italia Viva (IV) ya han pedido una sesión informativa urgente en la Cámara de Diputados sobre los supuestos contactos entre Salvini y Rusia revelados por el diario, mientras el ministro de Exteriores en funciones, Luigi Di Maio, también pidió explicaciones al líder de la Liga y advirtió de la necesidad de “tener cuidado con las influencias rusas en esta campaña electoral”.

Di Maio, que recientemente abandonó el M5S, partido que lideró hasta enero de 2020, ya había alertado el pasado 15 de julio de que en Moscú “estaban brindando” porque “se había servido a Putin la cabeza de Draghi” refiriéndose a la Liga y el M5S, calificados de prorrusos por sus buenas relaciones con Moscú.

Y tras la caída de Draghi el presidente del Copasir, Adolfo Urso, reveló que se estaban “ocupando” del asunto cuando se le preguntó por la posible influencia de los servicios de desinformación rusos en la campaña electoral: “Somos uno de sus principales objetivos”, aseguró.