Planetario de Aragón

Huesca - El Planetario de Aragón es un lugar de encuentro, de conocimiento y de divulgación científica para motivar la curiosidad, la iniciativa y la excelencia. El Centro Astronómico aúna en una misma instalación el entretenimiento y el aprendizaje. Los visitantes pueden descubrir los misterios de la astronomía pero el objetivo va más allá del ocio o el estudio: despertar la curiosidad es el primer paso del conocimiento, que la pasión por la ciencia arraigue entre los jóvenes y tenga un impacto positivo en la comunidad.

Parque Natural Collados del Asón

Cantabria - En plena Cordillera Cantábrica, en Soba, se erige el Parque Natural de los Collados del Asón, uno de los espacios naturales más visitados de Cantabria. Es un macizo montañoso modelado por las últimas glaciaciones cuaternarias. Tras desaparecer el hielo, tuvieron lugar procesos kársticos que dejaron cuevas y simas y le otorgaron el aspecto actual. Se trata de un hábitat natural de lo más diverso caracterizado por afloramientos calizos, bosques de hayas y prados dignos de admiración.

Valle de Tena, en Pirineos

Huesca - El Valle de Tena, situado en la cuenca alta del río Gállego, es uno de los más bellos del Pirineo. Sus pueblos tienen calles empedradas, puentes medievales, fachadas con escudos tallados en piedra, iglesias románicas y góticas... Formigal, Panticosa, Sallent, Biescas son sólo algunos ejemplos. Además, la oferta de actividades es amplia: barranquismo, vías ferratas, rutas en bicicleta, múltiples senderos, parapente€ En el parque Biescas Aventura se puede descender por la Tirolina doble más larga de Europa.

Monasterio de Piedra, donde la naturaleza y el arte van de la mano

Zaragoza - En la localidad de Nuévalos, a escasos kilómetros de Calatayud, se emplaza el famoso Monasterio de Piedra, un antiguo cenobio cisterciense ubicado en un hermoso parque natural repleto de cascadas, bellísimos saltos de agua y grutas. Se trata de uno de los parajes más bellos y visitados de Aragón. El parque natural es un remanso de paz, un lugar ideal para relajarte, dejándote llevar por el rumor del agua que desciende por las diferentes cascadas. La llamada Cola de Caballo es la más famosa. En su interior existe una gran cueva natural con formaciones de estalactitas. En contraste con las cascadas podrás admirar las tranquilas aguas del Lago del Espejo.

La primera impresión al llegar aquí será la de sorpresa al descubrir este insólito vergel donde el agua y la abundante vegetación reinan en medio de un paisaje árido. La misma sorpresa se encontraron los monjes que llegaron hasta este lugar y fundaron un monasterio cisterciense, allá por el siglo XII. Algunas de sus estancias se pueden visitar todavía hoy, como el claustro, la sala capitular, la cocina donde se elaboró el primer chocolate de Europa, la iglesia y su cripta, el refectorio o el lavatorio. Se puede complementar la visita disfrutando de una exhibición de aves rapaces y recorriendo el Museo del Vino de la Denominación de Origen Calatayud, situado en la antigua bodega del monasterio.

Santander, arquitectura señorial y elegancia innata

Santander - Tranquila y señorial, la capital de Cantabria se deja mecer por las aguas bravas del Cantábrico. No pasa de 172.000 habitantes y posee una arquitectura señorial y una elegancia innata y buena muestra de ello es el Palacio de la Magdalena que posa con solemnidad desde lo alto de la península que lleva el mismo nombre. Rodeado por un parque de unas 25 hectáreas, el parque es un enclave perfecto para deambular, tomar algo, contemplar las vistas de la bahía o, simplemente, tumbarse.

Pasear por El Sardinero y sus playas es otra de las actividades preferidas de los visitantes y locales de Santander. Durante el verano se transforman en el punto de encuentro más concurrido.

El paseo marítimo que une las dos playas del Sardinero cuenta con los apacibles jardines de Piquío como nexo de unión. Sin duda alguna es la zona más bonita de la ciudad y en la que se erigen edificios históricos como el Gran Casino o el Hotel Real.

También se pueden observar numerosos palacetes, un reflejo del papel que ha jugado la ciudad como residencia de verano de la monarquía.

El casco histórico de Santander está repleto de gusto y estirar las piernas sin un rumbo fijo es de las mejores cosas que se pueden hacer. De esta manera, es muy fácil ir descubriendo joyas como la plaza Porticada, el imponente edificio del Ayuntamiento o la propia Catedral.

Basílica de Nuestra Señora del Pilar

Zaragoza - Según una antiquísima tradición, la basílica se construyó en el mismo lugar en el que la Virgen se apareció al apóstol Santiago, que se encontraba predicando a orillas del Ebro. En torno a la columna o pilar en el que la Virgen se apoyó, se erigió la primera capilla en su honor. La basílica del Pilar es uno de los centros marianos más importantes del mundo y el lugar más visitado de Aragón.

El edificio es la herencia de sucesivas construcciones reemplazando al templo gótico de 1515 que, a su vez, sucedió al románico destruido por un incendio en 1443. El actual templo se comenzó a construir a finales del siglo XVII, con enormes torres y cúpulas. En 1718 se terminaron las naves.