GRAN etapa en Pirineos y varias lecturas. Se ha visto que quien anticipa los movimientos a los grandes favoritos, Vingegaard y Pogacar, tiene mucho que ganar en este Tour. En ese sentido, la jugada de Hindley ha sido un movimiento brillante. El Bora ha corrido perfecto. Ha sido capaz de meter tres corredores en la escapada buena. Hindley no ha tenido miedo. Se ha movido y gracias a su valentía ha conseguido una etapa, el liderato y postularse para el podio de París. Mejor, imposible. Ojalá otros directores tomen como referencia esta etapa para lo que resta del Tour. Así será una carrera mucho más divertida. La escapada era numerosa, pero con gente de calidad y eso se nota. En cuanto a los dos favoritos, Vingegaard ha pegado un puñetazo encima de la mesa. El danés ha demostrado que está muy bien y a Pogacar no le queda otra que atacar. Ser agresivo. Que nadie piense que da por perdido el Tour. Creo que será más agresivo aún, pero tiene que utilizar la cabeza para tratar de derrocar al danés. En ese aspecto creo que queda un Tour muy bonito por delante. Hay muchísima carrera por delante. Eso sí, desde mi punto de vista el equipo ha cometido un error cuando Pogacar solo disponía de diez segundos respecto a Adam Yates. Han ido así durante diez kilómetros en los que el esloveno se ha desgastado en la persecución de Vingegaard. Ha sido algo que no puede pasar. Esas cosas se pagan. Si llegan a unirse antes, seguro que el danés no le mete tanto tiempo. Para lo que queda de Tour, creo que hay dos corredores clave: Buchmann y Adam Yates. Ambos deberían buscar las fugas. Si el inglés logra entrar en una escapada, seguro que el Jumbo tiene que trabajar y todo lo que se gasta, luego se suele necesitar. Es el modo de debilitarles.

El autor es director deportivo del Grupo Eulen-Nuuk.