Acaba de regresar de Benidorm por trabajo, pero este vizcaino reconoce que este destino tiene algo que atrapa, sobre todo durante la intensa semana en la que se celebra el Benidorm Fest. Como copresentador de las tertulias televisivas de RTVE junto a Inés Hernand, Aitor Albizua (Arrigorriaga, 1992) ha disfrutado muchísimo por segundo año consecutivo y, aunque dice no tener el carnet de eurofán, asegura que Eurovisión es un concurso que siempre le ha gustado.

También disfruta en su faceta como presentador de concursos. Es algo que jamás hubiese pensado. Después de estrenarse con Lingo, en ETB2, saltó a El Comodín de La 1 y, desde principios de año, podemos verle en el regreso de Cifras y Letras a La 2, donde trata de hacer suyo este histórico concurso que mueve a fieles seguidores.

La celebración del Benidorm Fest ha sido por todo lo alto y le hemos visto participar por segundo año consecutivo en las tertulias con Inés Hernand. ¿Cómo ha vivido este festival?

-La verdad es que lo vivo como algo muy, muy emocionante, porque es un festival muy guay, que se vive muy intensamente, y que yo seguiría en mi vida privada, así que imagínate la ilusión que me hace que me dejen formar parte de él. Me siento un privilegiado y estoy súper agradecido y súper contento.

Aitor Albizua. Oskar Gonzalez

¿Cómo está Benidorm durante el concurso?

-Ha sido una semana intensa de trabajo, de no parar, porque además tuve que hacer un viaje a Madrid para grabar Cifras y Letras. He tenido resaca física pero también emocional porque te metes en Benidorm y te impregnas de todo ese aura que rodea a la ciudad y al festival, que parece que te engullera, así que casi no éramos conscientes de lo que pasaba fuera de este universo…

¿Recuerda cuál ha sido su última visita a Benidorm que no haya sido por trabajo?

-Benidorm siempre ha formado parte del imaginario de mi familia. Recuerdo a mi amama yendo con o el Imserso con las amigas y a mi ama diciendo, medio en broma, medio en serio, que cuando se jubile se irá a Benidorm, pero yo nunca había estado en Benidorm antes, así que no conozco esta ciudad fuera de de lo que es la semana del Benidorm Fest. 

¿Cree que entre Benidorm Fest y las nuevas producciones audiovisuales que tienen como escenario esta ciudad están consiguiendo reinventar este destino y ampliar su público?

-Hasta hace poco estaba más de capa caída, pero ojalá, porque yo creo que viene muy bien impulsar la marca Benidorm, porque es una fantasía, no sé si única en el mundo, pero sí única al menos en el Estado español. Hay una mezcla de alemanes y británicos, todos ellos, buscando el sol con cerveza en mano. Y lo que más me asombra y me horroriza es verles al sol completamente rojos sin protección solar. Luego, ves a gente mayor que está disfrutando, que va desde Cáceres o Galicia, a disfrutar de sus vacaciones. Y estos días estábamos nosotros también, los eurofans y los trabajadores del festival, así que como resultado, la mezcla era explosiva. ¡Ojalá que Benidorm se dignifique porque lo tiene todo!

¿Desde cuándo es eurofán?

-Desde siempre me ha gustado Eurovisión y me juntaba a verlo con los amigos, pero no soy eurofán de carnet digamos, porque los eurofans estudian y se saben todos los datos. Yo simplemente era hasta ahora un seguidor más y, ahora, por trabajo, me ha tocado también estudiar y analizar las preselecciones de otros países, los candidatos, las canciones... ¡Es otro nivel!

"Desde siempre me ha gustado Eurovisión y me juntaba a verlo con los amigos, pero no soy eurofán de carnet"

¿Y cuál era hasta ahora su canción favorita de Eurovisión?

-Ojo, porque elegiría una reciente que es SloMo de Chanel porque lo que consiguió no fue solo posicionar a la representación de RTVE española en el top 3, sino que logró hacer historia de Eurovisión, algo que no se conseguía desde hace muchísimos años, desde los inicios del festival. Entonces, me tengo que quedar con esa, precisamente porque creo que ha marcado un antes y un después. 

¿Y qué opina de la canción de Nebulossa que ha salido elegida para ir a Malmö? ¿Era Zorra su favorita?

-Yo apostaba por St. Pedro, en segundo lugar por Nebulossa y en tercero por María Peláez. Zorra ya llegó al Benidorm Fest siendo viral, con muchísimas escuchas, y me llevé una alegría inmensa cuando ganó. No esperaba que ganara porque muchas veces no se suele optar por este tipo de canciones y yo creo que, después de mucho tiempo, es la primera vez que la canción masiva, la que la gente estaba escuchando, al final termina ganando. 

¿Qué puesto le pronostica a esta canción?

-Pues no lo sé. Se da mucha importancia a quedar el primero, pero es que depende de muchísimas cosas. Creo que este año llevamos una propuesta que va más allá de lo musical y es la primera vez que estoy viendo comentarios entre la comunidad eurofán de que realmente, con la fiesta y el mensaje que se va a llevar, nos da igual el puesto, porque como dice la canción, “me da igual lo que pienses, me da pereza cambiar”. No creo que vayamos a tener un mal puesto, aunque ya digo, creo que no es lo importante.

Bueno, pues hechas ya las apuestas… toca ahora hablar de su éxito con los concursos. Ha arrancado el año sin parar y le vemos ahora por partida doble, en ETB con Lingo y en La 2 con Cifras y Letras

-Sí. De repente he descubierto el mundo de los concursos y a mí mismo me está sorprendiendo, porque disfruto muchísimo. 

¿Qué cree que tienen los concursos para que enganchen a tantos espectadores?

-Creo que enganchan porque están al margen de todo el ruido que tenemos alrededor. Es entretenimiento puro y duro, pero cultural y didáctico. Y lo abordo yo también así. Cuando empiezo cada programa pienso en disfrutarlo y en pasarlo bien.

"Cuando empiezo cada programa pienso en disfrutarlo y en pasarlo bien"

¿Revisó algunos de los programas del Cifras y Letras original por curiosidad o interés de analizar cómo era este formato de éxito?

-Total. Es un concurso con historia, así que tenía cierta presión antes de llevar las riendas, pues era inevitable que hubiese comparaciones, pero lo he abordado desde un punto de partida de cariño hacia el formato. Yo nací en 1992 y el programa se empezó a emitir en La 2 del 91 al 96. Entonces, antes de empezar a presentarlo, he hecho un ejercicio de documentación brutal. Han pasado 30 años desde entonces y, sin duda, ha cambiado mucho la televisión, pero ha sido un ejercicio muy bonito. También me he visto la versión francesa actual, que es en la que está basada el programa que estamos haciendo ahora.

¿Quién es su referente en el mundo de los concursos?

-La verdad es que no tengo a ninguno en particular, sino que aprendo de todos los compañeros. Me veo Pasapalabra de Roberto Leal, El cazador de Rodrigo Vázquez, Reacción en cadena de Ion Aramendi… Me encanta Arturo Valls y ahora Ana Pastor, también, que hace un concurso en La Sexta. Simplemente sigo siendo el mismo friki de la tele y luego, además, en YouTube intento ver todo lo posible, porque aprendo mucho viendo cómo lo hacen otros compañeros, ya que soy consciente de que tengo todo por aprender por delante, vamos. 

¿Dónde se ve dentro de cinco años?

-No lo sé. Siempre que he hecho predicciones nunca se han cumplido y, con todos los cambios que he vivido en los dos últimos años, que han sido completamente inesperados, creo que es algo imprevisible. Con tal de seguir trabajando en la tele y en la radio, me doy con un canto en los dientes. No sé ni siquiera si seguiré viviendo en Madrid o volveré a Euskadi, pero para qué me voy a preocupar de lo que va a pasar dentro de tanto tiempo si no sé lo que voy a hacer dentro de tres meses… [sonríe].