Un poli novato... a los 40 años

lAS torpezas, peripecias y dilemas de un singular novato que entra en la Policía con 40 años son la base de The Rookie, serie que protagoniza Nathan Fillion, muy conocido por Castle y que admira la sabiduría que otorgan la veteranía y el paso del tiempo. “Soy el tipo de persona, especialmente en este punto de mi vida en el que estoy rozando los 50, que aprecia la experiencia. No soy la clase de persona que tiene que cometer sus propios errores. Me gusta ver los errores de otros y aprender de eso”, explicó el canadiense. Tras su paso por Castle o Firefly, se pone ahora al frente, como productor y protagonista, de The Rookie, serie policial que combina comedia, acción y drama y que en España emite cada miércoles TNT. Como el inquieto y sarcástico escritor de su papel en Castle, Fillion es muy dado en la vida real a enlazar bromas y comentarios irónicos. “Así que estoy gastando bien mi dinero, ¿no?”, respondió a una periodista que señaló que todo el equipo hablaba maravillas de él.

Basada en una historia real, The Rookie sigue las andanzas de John Nolan, un cuarentón que, tras divorciarse y dejar de lado su antigua vida, ingresa en la Policía de Los Ángeles. Hay pocos subgéneros televisivos más trabajados y reinventados que el policial, por lo que Fillion afirmó que la novedad es cómo trata el tema de las segundas oportunidades y empezar de cero. “La gente ya no comienza en un empleo cuando cumple 20 años y se jubila en el mismo trabajo cuando tiene 65. Los trabajos cambian mucho más, la cultura se mueve más rápido. Y tienes que avanzar con ello o, literalmente, te quedas atrás”, argumentó. “Es un hombre en busca de relevancia. Quiere importar. Está en un punto de su vida en el que ya no es necesario ni como esposo, ni como padre, ni por su profesión. Nadie le necesita”, añadió el actor sobre un personaje que decide “comenzar de nuevo” y que se plantea cuál es “su sueño”, incluso si tiene que abordarlo “un poquito tarde en su vida”.

experiencia y aplomo El contraste entre su manera de pensar y la de sus jóvenes compañeros, su modo de afrontar el peligro en la calle o su relación con la comunidad son algunas líneas esbozadas por The Rookie en sus primeros episodios. Aunque Nolan quizá no corra tan rápido como sus colegas, tiene como ventaja más experiencia y aplomo. Fillion, que admitió ser muy afortunado por haber trabajado más de 25 años en la industria audiovisual, dijo que él mismo ha desarrollado una visión de futuro para saber qué es lo que más le conviene.

En una serie de lujosa producción, que recorre Los Ángeles desde Hollywood hasta los barrios latinos del este de la ciudad, y con especial énfasis en la participación de mujeres y minorías raciales delante y detrás de las cámaras, Fillion reconoció similitudes y diferencias con su alter ego. “Compartimos una serenidad. Sé cómo disfrutar de la vida pero no lo hago a tope”, apuntó. “¿Y diferentes? Cuanto más hago esta serie, más sé del trabajo policial y más entiendo que es una vocación, sé que no es una profesión para mí. Cuando alguien llama al 911, todo está ya fuera de control y se necesita a alguien con autoridad para tomar el mando. Simplemente yo no soy ese alguien”, expresó.