bilBao - “Podemos ganar o quedar últimos”, decían los representantes de RTVE hace un mes cuando aún no eran conscientes del encargo ni de la dimensión del festival.
¿Cómo se encuentran a horas de saltar al escenario?
-Impacientes, enérgicos, pero tranquilos. A gusto con la idea que se ha trabajado estas semanas.
La puesta en escena, de tan sencilla, ha recibido críticas.
-Tras el primer ensayo cambiamos la iluminación y ahora sí que le pega a la canción, que es muy íntima y personal. Acompaña. Lo esencial es nuestro mensaje real de amor y no los adornos.
¿Son de Chipre o de Israel?
-Nos gusta más la canción de Chipre que la de Israel, pero ambos son temas movidos, nada que ver con el nuestro. Nuestros favoritos son Chequia y por supuesto Francia. Y Portugal, que gana mucho en el directo.
¿Qué cuentan en ‘Tu canción’?
-Nuestro tema es especial porque habla de nosotros y nosotros estamos ahí para contarlo. Este año hay canciones con mensajes muy reivindicativos que hablan de refugiados y de terrorismo, pero ¿qué hay más reivindicativo que el amor? (se pregunta Alfred).
¿Cómo reaccionarían ante un mal o buen resultado?
-Con independencia de la posición, la fiesta va a ser dormir, vamos a meternos en la cama y luego a la mañana siguiente no sé cómo nos despertaremos (sonríen).
¿Les puede marcar?
-Nos espera un verano de giras con Operación Triunfo y luego cada uno de nosotros, por separado, publicaremos nuestros discos. Demasiado trabajo como para pensar que Eurovisión nos va a marcar.
¿Se han peleado trabajando?
-Sí, en silencio (ríe Amaia). Las peleas me están poniendo nerviosa.