Madrid - Prendas para mascotas, de alta costura, vestidos para muñecas inspirados en Lady Gaga o un traje de flameiga son algunos de los atuendos que han aportado como prueba de su pericia los aspirantes a Maestros de la costura, el talent al que solo entrarán doce de más de 10.000 candidatos. La 1 de TVE vuelve a aliarse con Shine Iberia para buscar a los concursantes de su nuevo talent show aunque, en esta ocasión, los conocidos fogones de la cadena serán sustituidos por máquinas de coser. Los miembros del jurado del concurso, que presentará Raquel Sánchez Silva, serán Lorenzo Caprile, María Escoté y Palomo Spain (Alejandro G. Palomo). Modistas, eso sí, amateur, requisito indispensable para este proceso de casting que concluyó el fin de semana en Madrid su última prueba presencial de la primera ronda, tras realizar otra en la capital, y pasar anteriormente por Barcelona, Valencia y Sevilla. “Lo que buscamos es destreza y creatividad. La técnica tienen que tenerla pero pueden adquirirla durante el programa. La pasión es fundamental en los talent”, explicó Esther González, directora de casting de Maestros de la costura y de MasterChef.
Un grupo de apasionados de la costura, el diseño y la moda se enfrentarán a diferentes pruebas en las que deberán demostrar su creatividad y talento transformando prendas, haciendo patrones, e incluso diseñando y cosiendo sus propias creaciones de alta costura y prêt-à-porter. Deberán defenderse utilizando todo tipo de tejidos, cosiendo a mano y a máquina, siguiendo unos patrones y creando nuevas prendas mientras se someten a la supervisión y valoración de un jurado profesional. Este nuevo programa, un formato originario de la televisión británica, “ha superado” las expectativas de los productores desde el principio, recibiendo más de 10.000 inscripciones de perfiles “muy heterogéneos”, desde “señoras mayores” hasta hombres que quieren dar el salto a la costura tras años cosiendo redes de pesca. También, explicó González, “muchas personas jóvenes” que o bien empezaron “personalizando” su vestimenta o bien llegan a las pruebas después de realizar estudios relacionados con el mundo de la moda, de la costura o el diseño. Es el caso de Karla, que, a sus 27 años, llegó desde A Coruña al casting de Madrid tras estudiar dos cursos de Formación Profesional relacionados con la industria, uno de ellos en Andalucía. “La costura siempre es algo que me ha gustado y poco a poco fui cogiéndole el tranquillo”, explicó una aspirante que presentó a los expertos lo que denominó como un vestido de “flameiga”, “un traje de flamenca como si fuese una meiga”, para plasmar la influencia de las dos regiones en sus trabajos.
coser ‘in situ’ Los últimos aspirantes de la primera ronda de casting pasaron una prueba a la que llevaron prendas confeccionadas por ellos, que unos expertos del sector evaluaron y puntuaron para dar con los seleccionados en la siguiente fase, consistente en coser una prenda en 60 minutos, in situ. José, un cordobés de 22 años “apasionado de las telas rojas” afincado en Madrid, también quiso reflejar en sus confecciones la influencia “de su tierra” y de “su esencia”, el flamenco, con un traje de dos piezas rematado en las extremidades con volantes. Y Olga, de 44 años y responsable de Recursos Humanos en una empresa, llegó de loa toledana Talavera de la Reina para pasar el primer examen con una americana con un estampado floral que copió porque no la podía comprar: “Coser me relaja muchísimo”, aseguró. - Efe