SON las 12.00 del mediodía de un día laboral bilbaino y el segundo día de casting para la decimotercera edición de El conquistador del fin del mundo cuenta ya con más de 300 candidatos presentados en Gasteiz, Bilbao, Donostia e Iruñea. Algunas caras conocidas, otras no, juventud, nervios y muchas ganas son los ingredientes que componen las audiciones que tienen lugar en la redacción de Euskal Telebista.

Txema Montoya y Josean Goñi son los directores del programa presentado por Julian Iantzi, pero también son parte del jurado que selecciona a los próximos concursantes de la aventura. Durante once años en antena, El conquistador del fin del mundo se ha consagrado como uno de los referentes de la televisión vasca gracias a su formato real, sin trampa ni cartón. “El público es muy variado, es un reto para nosotros estar a la altura”, admite Montoya. “Por eso tiene una faceta deportiva. Al fin y al cabo es una competición, pero también es un reality y no podemos descuidar a la gente que ve el programa por los personajes”, añade. La fórmula consiste en encontrar el equilibrio. “Las localizaciones permiten que el programa no se encasille, pero también buscamos nuevos capitanes e intentamos dar al público algo atractivo”, expone Goñi.

Todo programa necesita protagonistas y estos son, según los directores, los verdaderos motores del éxito del concurso de ETB. “No pedimos perfiles tan fuera de contexto. Buscamos la aventura y no hurgamos en el pasado ni en la vida personal de los concursantes, nos gustan las personas normales”, asegura Montoya.

Ondear la ikurriña es la meta de todos los concursantes, pero el primer paso en ese largo camino es la selección. El único requisito es ser mayor de 18 años y transmitir emociones es la clave de la ecuación. “Demostrar ganas de vivir la experiencia y que entretengan” son, en palabras de Josean Goñi, los elementos restantes. “Mucha gente piensa, incluso los candidatos cuando vienen, que es necesario tener un perfil diferente y no es así. Hablamos con los posibles concursantes y los que consideramos que son los más interesantes, los más divertidos, son preseleccionados”, detalla el director.

El objetivo del programa es crear una “minisociedad” que refleje el día a día. Según afirma el directivo, intentan construir un mundo que sea variado y en el que surjan conflictos, discusiones y momentos buenos, pero en el que haya puntos de vista diferentes y que plasme la realidad. Esa estampa de lo cotidiano se extrapola a lugares, condiciones y características inusuales. “Aquí llega la polémica de los frikis. En su vida diaria son personas normales, pero se encuentran en un sitio diferente, hay presión y hacen cosas que seguramente no harían”, justifica Montoya.

Patagonia, Favorita Si bien el próximo escenario donde se grabará El conquis 2017 es aún desconocido, alguno de los posibles concursantes tienen sus preferencias y la Patagonia argentina es la favorita. La región que fue escenario de ediciones anteriores y que se caracteriza por su clima frío y húmedo se impone a las altas temperaturas y frecuentes lluvias del Amazonas. Ni el hambre, ni el clima, ni la sed son suficientes para restar ilusión a las personas que esperan en un plató a que llegue su turno para el casting.

La tecnología también llegó a las audiciones del programa de ETB presentado por Julian Iantzi. El videocasting es cada vez más popular entre los espectadores de fuera del territorio euskaldun que no tienen posibilidad de acudir a las audiciones presenciales. De hecho, el programa ha recibido vídeos de candidatos de otras comunidades del Estado -Canarias, Catalunya y León-, pero también desde el otro lado del charco, Uruguay y Argentina, entre ellos. Este nuevo formato de selección no solo acorta distancias, sino que también sirve como herramienta para aquellos que se encuentran más cómodos delante de una cámara que frente a un jurado.