L OS Bélier son una familia campesina de un pueblo francés que se dedica a la producción de queso y leche en un negocio familiar. Todos sus miembros son sordomudos excepto Paula, una adolescente de 16 años. Ella cumple una función vital, ya que es la única en entender el lenguaje de signos y sirve como puente para que sus padres y hermano puedan comunicarse con el mundo exterior, así como para llevar adelante el funcionamiento del negocio familiar. A pesar de sus limitaciones, llevan una vida activa, llena de ternura y alegría. Ejemplo de ello es el hecho de que el padre quiere presentarse a alcalde en las elecciones a la vista a la pésima gestión del actual.
En el instituto, Paula no solo encontrará su primer amor, sino que entrará en el coro, donde su profesor de música queda impresionado por su bellísima voz. La animará a prepararse a un concurso de la radio nacional que podría ayudarle a lanzar su carrera artística. Paula y su profesor crearán un vínculo muy fuerte y se convertirá en su mayor apoyo. Pero se trata de una elección que la obligará a distanciarse de su familia, dejándola, además, sin su principal vía de comunicación. Se abre ante ella un nuevo estilo de vida e importantes novedades que le empujan a la edad adulta.
Eric Lagartigau, director de Mi Novia Emma y Los Infieles, con esta historia de Victora Bedos vuelve a dirigir su mirada sobre la familia, una constante en su cine. Una temática universal que saca a la luz las emociones más primarias del ser humano: las risas y las lágrimas. El momento que vive Paula, por el que todos hemos pasado, está caracterizado por el ansia de independencia, el primer amor de los hijos y el síndrome del nido vacío que sufren los padres, lo que hace que la mayoría de los espectadores se identifiquen con ella. La película pone el foco sobre el dilema entre apostar por su carrera musical y dejar atrás la vida del pueblo, o quedarse con su familia, para la que es tan necesaria.
Louane Emera, que da vida a Paula, obtuvo el año pasado el premio César a la mejor actriz revelación. Es su debut cinematográfico, aunque ya era popular en su país tras ganar La Voz Kids en Francia.
Directos al grano Un exhaustivo estudio sobre la sordera que llegó a manos de Lagartigau concluía que estas personas van directas al grano y tienen un instinto de superación excepcional. La familia Bélier es una historia de superación personal, pero no solo de sus miembros sordos. También Paula, la protagonista de la película, vive su propia historia de superación, la de enfrentarse a la frustración que le genera que su familia no pueda formar parte de la vida que su talento musical parece ofrecerle. Ellos nunca podrán oírla.
Curiosamente, entre los actores solo figura un sordo de verdad, Luca Gelberg, el hermano pequeño de Paula en la cinta. El resto del reparto, Louane Emera, Karin Viard y François Damiens, tuvieron que aprender el lenguaje de signos y los dos últimos, incluso adaptarse a cómo los sordos se comportan y viven el día a día. A través de la película, el director francés intenta mostrar la importancia de esta lengua como una forma de expresión, de igual valor que cualquier otro idioma. El guion evidencia el compromiso y el deseo de llegar a todas aquellas personas para las que es más importante la comunicación que la palabra en sí misma.