barcelona - Saber que hay millones de espectadores esperando encontrar un error en tu trabajo no resulta tranquilizador y eso le ocurre al astrofísico David Saltzberg, asesor de The Big Bang Theory, la exitosa comedia televisiva poblada de intrincadas ecuaciones y de guiños constantes a la comunidad científica.
Saltzberg, profesor de Física y Astronomía en la Universidad de UCLA, forma parte desde el principio del equipo de la serie protagonizada por Jim Parsons (Sheldon) y Johny Galecki (Leonard), cuando en 2007 le ofrecieron revisar el guion del episodio piloto. “Les di una serie de sugerencias e incluso visitaron los apartamentos de mis alumnos para ver cómo eran sus habitaciones y poder hacer los decorados de la serie”, comentó el físico.
A Saltzberg le suele llegar un primer borrador del capítulo de la serie producida por Chuck Lorre, que incluye algún experimento y que ha de supervisar “para que esté correcto al 100 %”, aunque en otras ocasiones le dejan un hueco en el guion para que él mismo realice directamente las aportaciones científicas.
Pero sus sugerencias no se ciñen a las ecuaciones, ya que actúa como asesor estilístico del “hábitat” de los científicos, con ideas sobre la vestimenta o los decorados de The Big Bang Theory. “Recorro el departamento en el que trabajo y voy cogiendo anuncios de conferencias; muchas veces los pósters que se ven en la cafetería y en los pasillos de la serie son de verdad, de gente que me los envía o que cojo de congresos a los que asisto”, comentó durante el Salón del Cómic de Barcelona.
A pesar de este jolgorio, los actores de la serie no parecen haber aumentado su interés por la ciencia. “Saben lo suficiente para tener claro lo que dicen y por qué, pero cuando se van a casa creo que se olvidan de la física”, señaló con cierta resignación.
El rigor es esencial, y supone una gran responsabilidad. “Hay decenas de millones de espectadores esperando el error, y te aseguro que un estudiante de física no va a dudar en hacerlo público por cualquier medio”, afirmó este licenciado por Princenton.
Por deformación profesional, en sus ratos libres busca errores en otras series, y parece ser que no es nada difícil toparse con ellos. “Si eres científico es como si continuamente te estuvieran dando martillazos en la cabeza: ¡pero si eso no puedo ser!”, expresó gesticulando con cara de asombro hacia una pantalla imaginaria. No obstante, las redes sociales han provocado que los productores se tomen estos detalles mucho más en serio. Si no, se arriesgan a una cascada de tuits demoledores de los espectadores.