bilbao - Antena 3 ha adquirido los derechos de la novela Apaches para hacer una serie. Su autor, Miguel Sáez Carral es también guionista de televisión, de series tan conocidas como Sin tetas no hay paraíso, Homicidios o Al salir de clase.
'Apache', un éxito de ventas y los derechos para hacer una serie adquiridos por Atresmedia, una auténtica carambola, ¿no?
-Ha sido un poco sorpresa para mí porque todo ha sido muy rápido. El libro lleva solo tres meses en las librerías y la respuesta de Atresmedia ha sido inmediata.
Usted es guionista, ¿era consciente cuando escribió 'Apache' que podía convertirse en una serie?
-Llevo escribiendo guiones de ficción para televisión unos quince años y cuando empecé a escribir este libro lo que quería era hacer una novela, no una serie o una película.
Supongo que el oficio le traicionó, ¿no?
-Ja, ja, ja... El llevar mucho tiempo escribiendo guiones, te impregna de alguna forma. Quizá por eso la novela tiene un ritmo muy rápido, tiene un lenguaje que es casi cinematográfico y puede que ahí esté el secreto de que se lea muy bien a pesar de que son seiscientas y pico páginas...
¡Qué barbaridad! ¿No piensan los escritores en los que viajamos en transporte público para que nos hagan cargar con libros de tantas páginas?
-Ja, ja, ja... No, para nada. Es un tochito. Tengo que decir en mi descargo que es una novela que se lee muy rápido. La impresión que tengo a través de las opiniones de lectores y críticos es que es una novela que por alguna razón te atrapa desde el principio y que no puedes dejar de leerla.
Con ese título pueden pensar que es una novela de indios y no es así, ¿no?
-Es una novela de fronteras, transcurre en el año 90 en Madrid, en barrio de Tetuán, pero de alguna forma es un western. Es el último barrio de Madrid, detrás solo hay descampados. Toda la trama es novela negra pero tiene un aire de historia del Oeste. Un personaje tiene que volver a ese ambiente para defender a gente que no puede defenderse por sí misma.
¿Es autobiográfica?
-En parte sí. El punto de partida de Apaches ocurrió en mi familia.
Esta historia está escrita una vez que su padre ha muerto.
-Él murió hace tres años y después de su fallecimiento se dieron una serie de circunstancias por las que dejé de trabajar en televisión, estaba muy cansado y me puse a escribir Apaches. Esta novela no la hubiera publicado si mi padre siguiera vivo, contiene momentos muy dolorosos y parte de nuestras vidas que fueron muy difíciles.
¿Por qué dejó la televisión?
-Era jefe de ficción de una productora de televisión en Madrid y había enganchado un montón de proyectos seguidos. Algunos muy estresantes como Sin tetas no hay paraíso, Homicidios... Llevaba cinco o seis años trabajando siete día por semana durante todo el año. Había llegado a un punto en el que necesitaba dar un paso atrás, oxigenarme para tener nuevas ideas. Cuando estás muy cansado comienzas a cometer errores.
Una adaptación no va a ser lo mismo que la historia contada en libro, ¿no le da miedo?
-Novela y televisión tienen claves muy diferentes. Miedo no me da porque voy a estar implicado dentro de esa adaptación, trabajaré como jefe de guión. De alguna forma, voy a tener una parte del control del producto. Si la novela fuera de otra cosa, a lo mejor no tendría yo tanta implicación.
¿Pesa esa parte autobiográfica de la novela?
-Claro. Esta historia es algo muy íntimo, habla sobre mi familia, habla sobre mis hermanas, mi padre, mis amigos, mi barrio... Quiero tener ese control de producto porque no quiero que se hagan cosas que no estén en la novela, que el espíritu de Apaches esté en la serie de televisión.
Antena 3 persigue con su novela el éxito que ha tenido 'El tiempo entre costuras'.
-A la cadena le encantaría tener el éxito que ha tenido con esa serie con cualquier cosa que hiciera. Creo que Antena 3 lleva tiempo haciendo una apuesta por comprar buenas novelas y utilizarlas para hacer buenas series de televisión.
Fue guionista de 'Sin tetas no hay paraíso', un éxito sin precedente que se convirtió en una locura.
-La serie pasó la barrera del éxito en televisión para transformarse en una especie de fenómeno social. Aquellos cuatro años que estuvimos haciéndola vivimos un fenómeno, estaba en todas partes, se hablaba continuamente de ella, era un tema recurrente.
¿Prefiere un éxito moderado o que se convierta en fenómeno?
-Personalmente, prefiero tener entre manos un éxito como el de Sin tetas no hay paraíso. Una serie que cada semana es seguido por cinco o seis millones de espectadores es algo de lo que uno debe sentirse orgulloso. No es nada fácil de conseguir, tiene que alinearse el universo para que se dé un éxito como ese.
¿No condiciona y hace variar la biblia de la serie y buscar solo el éxito?
-En el caso de Sin tetas... te puedo decir que no. A principio de cada temporada teníamos decidido cómo iba a ser el arco de las tramas, teníamos decidido desde el capítulo uno al trece. A veces, ocurre que unas tramas que considerabas secundarias, por el éxito que cosechan consiguen más protagonismo.