Algo muy habitual en las crisis es el ruido y esta vez, tras el mayor apagón de la historia en la Península Ibérica, tampoco ha faltado. Enfrentamiento entre Gobierno y oposición, un debate abierto entre renovables y nuclear, una notoria desconfianza de Pedro Sánchez hacia las eléctricas y hacia Red Eléctrica también... Y mientras seguimos sin saber qué ocurrió exactamente para que la luz se fuera durante doce horas. La investigación ha comenzado y todavía parece pronto para conocer sus conclusiones, pero si algo quedó claro desde el primer día es la vulnerabilidad del sistema eléctrico y la necesidad de cambios para hacer frente a la transición energética.

El presidente del Gobierno español ha anunciado reformas y apunta sus dardos hacia las eléctricas, a las que ha exigido la entrega de todos los datos a su disposición que puedan aclarar lo que ocurrió el pasado lunes y a quienes exigirá responsabilidades, según ha advertido, llegado el caso. Red Eléctrica informó el jueves de que ya había entregado al Ejecutivo la caja negra que contiene toda la actividad de la operación del sistema el día del apagón y las eléctricas están enviando la información a medida que están recopilando los datos. Estas son algunas claves que pueden aportar algo de luz en medio de la tormenta que se ha desatado.

El día del apagón. Todo lo que se sabe

Lo que se sabe hasta ahora es que a las 12.33 horas, el sistema eléctrico colapsó. Uno o más eventos provocaron una cadena que desencadenó en la desconexión con Europa. Todo ocurrió en cinco segundos. La investigación se centra en determinar cuáles fueron esos incidentes que provocaron la caída del suministro. En un análisis preliminar, Red Eléctrica hablaba de dos eventos consecutivos de "desconexión de generación" que provocaron un fallo en cadena que acabó tumbando la red de toda la Península.

Eduardo Prieto, responsable del operador, apuntó como "muy probable" que las caídas en la generación fueran en la tecnología solar en el suroeste peninsular, pero se desconoce las plantas afectadas y la causa. Todo parece indicar que se produjo una cadena de desconexiones hasta llegar a una pérdida total de generación de 15 gigavatios, el 60% del consumo eléctrico en ese momento. Llegado a este punto, el sistema se desacopla de Europa para evitar que el apagón se extienda por el continente.

La mayoría de los expertos cree que el peso de las energías renovables fue un factor determinante en la cadena de eventos que llevaron al colapso eléctrico y de ahí el debate abierto sobre la transición energética. En el momento del apagón, la red se alimentaba mayoritariamente de energía solar, casi un 60%, y eólica, un 11%. Pero volveremos a las renovables un poco más adelante, primero una breve explicación del sistema eléctrico.

Los protagonistas. Red Eléctrica y cómo funciona el sistema

Red Eléctrica ha sido uno de los grandes protagonistas de la semana. Sánchez incluyó a Redeia como operador privado, algo que desconcertó a unos y molestó a otros. Lo cierto es que el principal accionista de esta empresa es la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que controla el 20%. El 80% restante pertenece al sector privado, que incluye en su mayoría a inversores extranjeros y, en menor medida, a caras conocidas como Amancio Ortega, a través de la empresa Pontegadea Inversiones, o BlackRock. Red Eléctrica forma parte de Redeia y es la encargada de asegurar el funcionamiento del sistema eléctrico y garantizar en todo momento que haya continuidad y seguridad en el suministro de la energía.

Las grandes centrales que producen los diferentes tipos de energía pertenecen a compañías eléctricas como Iberdrola, Endesa, EDP, Acciona Energía o Naturgy, que luego la introducen en la red de transporte para que llegue a los consumidores. En el caso del Estado español, este sistema pertenece a Red Eléctrica. Una operadora, por cierto, dirigida por Beatriz Corredor, vinculada al PSOE y que fue ministra de Vivienda. Es entendible que todo ello se preste a la confusión, teniendo en cuenta además la complejidad del sistema.

Sánchez convocó a todos ellos el martes a Moncloa, tras una jornada de reproches y de alta tensión. El presidente del Gobierno se niega a descartar, de momento, ninguna hipótesis y ha exigido todos los datos de los que disponen las eléctricas para llegar al fondo del asunto.

"Si quieres tener una matriz profundamente renovable, hay que invertir en sistemas de estabilización"

Antonio Turiel - Experto en CSIS

Transición energética. Renovables en cuestión

El mix energético es la combinación de las diferentes fuentes de energía que cubren el suministro eléctrico. Actualmente, las principales tecnologías son la eólica, la foltovoltaica, la nuclear, la hidráulica y los ciclos combinados de gas, pero el peso de las renovables es cada vez mayor. De hecho, el año pasado, supusieron el 56% del total del mix: la eólica lideró con el 23,2%, seguida por la nuclear, con una participación del 20%, la solar fotovoltaica (17%), el ciclo combinado (13,6%) y la hidráulica (13,3%). En el momento del apagón, el 70% de la generación eléctrica venía de la eólica y solar , tres de los siete reactores nucleares estaban apagados, los ciclos combinados apenas estaban en funcionamiento y la hidráulica estaba prácticamente parada. Esto es así, porque se dio prioridad a la foltovoltaica.

Y el principal problema con las renovables es que son más inestables y más difíciles de controlar ante eventos inesperados o fallos. Es por ello que el apagón ha puesto en el punto de mira a las energías limpias y ha dado argumentos a quienes defienden la nuclear, aunque los expertos atribuyen el colapso eléctrico más bien a fallos en el sistema y a la falta de inversión para una adecuada penetración de la solar y la fotovoltaica.

Desde el sector de las renovables explican que lo ocurrido a comienzos de esta semana no puede atribuirse exclusivamente a una elevada penetración de energía solar y eólica en la red –de hecho, en otras ocasiones la producción renovable había sido similar o superior a la de este lunes–. Y aseguran que hay formas de asegurar su estabilidad, pero para ello se necesita adaptar la red para que pueda integrar eficientemente a las renovables.

El sistema de transporte de electricidad no ha crecido al ritmo en que lo están creciendo las energías renovables en el Estado y esto, según llevan advirtiendo tiempo los expertos –incluso Redeia en su último informe anual–, puede provocar interrupciones de generación. Estos días se ha hablado mucho de la necesidad de estabilizadores y baterías de almacenamiento, dos cuestiones clave para lograr ese objetivo. Por ejemplo, las centrales convencionales cuentan con sistemas de estabilización (los conocidos como Power Oscillation Damping, POD), cuya función es mitigar las oscilaciones de potencia que pueden surgir. Estos dispositivos ayudan a amortiguar esas oscilaciones, sin embargo, una gran parte de los generadores renovables todavía no están equipados con esta tecnología.

"El sistema no está preparado para, en un momento puntual, poder gestionar las renovables"

Carlos Gutiérrez Hita - Profesor de Economía industrial

Otro de los aspectos a mejorar es el almacenamiento de la energía a través de baterías. Éstas pueden contribuir a la estabilidad del sistema eléctrico, porque son esenciales para gestionar la intermitencia y aportar flexibilidad a la red. Pero para ello será necesario también adaptar el sistema y establecer medidas que faciliten su implementación. "Si las empresas invierten en baterías, se solucionarían dos problemas: retener parte de la renovable sedentaria en las horas centrales del día y exonerar, es decir, sacar del sistema, a las viejas plantas fósiles, cogeneración y otras todavía peores", explica Carlos Gutiérrez Hita, profesor titular de la Universidad Miguel Hernández.

Uno de los grandes problemas del mix energético es que su consumo debe ser inmediato, es decir, tiene que haber en todo momento un equilibrio entre la oferta –la producción– y la demanda –el consumo–. Esto obliga a Red Eléctrica a calcular la energía que se va a consumir en cada momento y el peso de cada tecnología en el mix energético en cada instante. Una tarea cada vez más complicada por la entrada cada vez mayor de energías renovables, ya que su producción es complicada de predecir. Y esto es así porque depende de factores meteorológicos. Hay quien ha señalado estos días a un exceso de confianza de Red Eléctrica en las renovables, otros incluso a un intento de Beatriz Corredor de "agradar" al Gobierno, que apuesta claramente a la transición hacia unas energías más limpias. Lo cierto es que, como apuntan los expertos, este tipo de tecnologías no son en sí un problema, sin embargo, necesitan de una red adaptada a sus necesidades.

"La creciente demanda de electricidad plantea riesgos, como garantizar una red estable y segura"

Juan Blas - Editor en Bloombert

Apagón nuclear. Debate abierto

Pedro Sánchez fue muy claro en su intervención del martes: "Las nucleares no han sido la solución durante esta crisis", señaló en referencia a que todas se apagaron por seguridad y a que fueron las hidroeléctricas las que tiraron de la recuperación del suministro, que tienen un plazo de activación mucho más rápido. El presidente del Gobierno español aseguró, además, que en el momento del apagón tres de los siete reactores estaban apagados. Esto es así porque la previsión era de una gran entrada de energía foltovoltaica al sistema y, según las eléctricas, la carga fiscal que tienen hace que en días de gran producción renovable la actividad nuclear sea deficitaria. Y ahí entra el tema de los precios. Cuando hay una alta penetración de energías limpias, el precio cae y deja de ser rentable. El lunes, por ejemplo, los precios estaban en negativo.

El sistema eléctrico defiende que las tecnologías que ofrecen estabilidad al sistema son aquellas que producen luz mediante turbinas: la nuclear y los ciclos combinados. Y esta es la razón por la que siguen haciendo falta para asegurar el suministro. El apagón ha llegado en un momento de intenso debate sobre el apagón nuclear y con la central de Almaraz en el punto de mira. Su cierre está previsto para 2027, pero sus dueños (Iberdrola, Naturgy y Endesa) se están planteando pedir al Gobierno una extensión de su vida útil. Este mes tenían previsto reunirse para fijar una postura común, pero la crisis abierta esta semana ha hecho que aplacen el encuentro a junio.