bilbao. Tres capítulos de La Biblia en siete días, justo la última semana de marzo, fueron suficientes para eliminar distancias entre Antena 3 y Telecinco. La primera cadena consiguió con esta producción borrar la diferencia -dos décimas-, que tenía sobre ella la principal cadena de Mediaset.
Este primer trimestre de 2013 se cierra con empate técnico entre Telecinco y Antena 3 (con un 13.1% de 'share'). Los dos canales han estado mirándose de reojo desde que comenzó la actual temporada y las zancadillas han sido mutuas. Con TVE en sus momentos más bajos y, más o menos, fuera de combate (La 1 se quedó en un 10,2%), y sus dos segundas cadenas -Cuatro y La Sexta- peleando entre sí, las dos privadas compiten a sangre e incluso con formatos casi idénticos como es el de Splash, famosos al agua y ¡Mira quien baila! Bastó con que una cadena anunciara con tiempo el día de emisión para que la otra se lanzará a la piscina en cuarenta y ocho horas.
Antena 3 hizo un anuncio de la adquisición de los derechos de La Biblia. Lo que muchos vieron imposible fue que pudiera hacer una posproducción tan rápida y que fuera programada en tres episodios estratégicamente colocados.
Esta cadena también contaba con un tanto a su favor en la emisión de la Fórmula 1, pero el abandono de Fernando Alonso en la segunda retransmisión le hizo perder puntos en el ranking de audiencias. Para enjuagar este desaguisado en los resultados, eliminó el pasado lunes a los saltadores de trampolín y colocó el primer episodio de La Biblia. El triunfo fue rotundo sobre sus rivales y la ficción sacó seis puntos de ventaja a Gran Hermano.
ventaja deportiva El martes, Telecinco sacaba pecho y se desquitaba con el resultado que obtenía con el partido entre las selecciones de Francia y España, valedero para la clasificación del Mundial de Brasil. La cuota de pantalla fue espectacular, un 52%, y el encuentro se convertía en el programa más visto en lo que va de año.
Esta guerra por la audiencia está desquiciando las parrillas televisivas, que sufren continuos cambios, y desorientando a los espectadores que asisten una vez más a una lucha titánica por ver quién vende mejor su imagen a través de los porcentajes de audiencia.
La lucha por la audiencia es también la lucha por la publicidad en unos momentos difíciles. Por eso este empeño en ser los primeros se convierte también en una guerra de datos en los que se analizan los resultado al minuto y hasta por edad de los espectadores.
No contentos los directivos de Telecinco y Antena 3 con esta competición, han llevado la carrera a las cadenas que están en escalafones inferiores. Eso ocurre con La Sexta y Cuatro, que en marzo también han registrado un empate con un 5,9% de cuota de pantalla.
La impaciencia entre ambos grupos está consiguiendo récords de no duración de programas. En este trimestre hay algunos que no han superado la semana de emisión o que son retirados con discreción a los canales de TDT en los que las exigencias de audiencia son notablemente menores, aunque también son tenidas en cuenta a la hora de dar resultados conjuntos de empresa. Lejos de esta batalla se sitúa TVE, que se resigna a quedar en tercer lugar.