Mantener la vivienda caliente cuando hace frío en el exterior es tener calidad de vida. En la elección de una casa son varios los elementos valorados: calefacción, ascensor, garaje y terraza y jardín, tras la ubicación y el precio. Hay una amplia variedad de sistemas de calefacción en función de la energía que la produce, del modelo emisor de calor y de si debe cubrir las necesidades de una sola vivienda o de un edificio entero. También influye la propia geografía ya que hay zonas en las que la población dispone de la red de gas natural o donde la geotermia no se puede usar. Por ello, es necesario descubrir cuál es más rentable y eficiente.

Al elegir el tipo de calefacción hay que tener en cuenta las diferentes variables. La más común es el gas natural porque su precio es inferior en comparación con el resto de los combustibles. Principalmente, se basa en la combustión de gas natural en una caldera que calienta los tubos por los que circula el agua para ir aumentando su temperatura y que se dirija a los radiadores.

La calefacción eléctrica también es muy habitual y se basa en el funcionamiento de circuitos eléctricos en los que se sitúan resistencias que se calientan cuando pasa la electricidad. Según sus características, es más apropiada para las viviendas localizadas en lugares no muy fríos o que no hagan mucho uso de la calefacción, como, por ejemplo, en segundas viviendas. Ya que requieren un elevado consumo eléctrico para producir calor.

Por su parte, el gas de propano se suele utilizar cuando la red de distribución de gas natural no llega a una zona de las viviendas en concreto. Su consumo tiene un precio que incluso duplica el del gas natural. La calefacción por butano se emplea generalmente en casas particulares de la sierra, en restaurantes, terrazas... Sus suministros se llevan a cabo mediante bombonas de 12 kg y puede utilizarse en estufas interiores, estufas exteriores, chimeneas y calderas.

BOMBA DE CALOR

La geotermia consiste en la extracción del calor del subsuelo mediante tuberías refrigerantes que captan el calor de la tierra y lo llevan hasta una bomba de calor geotérmica con el objetivo de que multiplique el agua que circula por el sistema de calefacción. Emplea la energía contenida en el aire a través de una bomba de calor y consiste en extraer el calor del aire a través de un refrigerante que se transforma en gas en la bomba de calor consiguiendo una temperatura mayor. Este refrigerante traspasa el calor al agua que pasa por la calefacción de la vivienda.

Por su parte, el gasóleo se basa en la utilización de una caldera de gasoil para poder quemar el carburante. Es necesaria la instalación de un depósito rellenado por la distribuidora de dicho combustible. La calefacción por biomasa utiliza pellet, un producto natural creado para el serrín.

MODO DE EMISIÓN

Una vez escogido el tipo de energía del sistema de calefacción, se debe escoger el modo de emisión de calor de este. La calefacción por suelo radiante se instala debajo del pavimento con la finalidad de que distribuya el calor de una manera uniforme por toda la vivienda, y puede ser eléctrico o por agua.

Los radiadores emiten el calor dependiendo de la energía consumida. Si la energía es por agua, funcionan a través de un circuito de tuberías que hace que llegue el agua caliente de la caldera o bomba de calor. Si la energía es por electricidad, requiere un gran consumo eléctrico, pero no necesita ninguna instalación. Y por otro lado, el fan coil es un dispositivo similar a un radiador por el que circula el agua caliente y un electroventilador que se encarga de absorber el aire que al pasar por el radiador se calienta para ser expulsado.

INDIVIDUAL O COMÚN

Los sistemas de calefacción se pueden clasificar en individual o en común. La calefacción individual es ideal para casas particulares o pisos destinados a abastecer únicamente a la misma unidad familiar. La caldera o bomba tiene que estar instalada en la propia vivienda. La calefacción común o central sirve para abastecer a toda la comunidad de vecinos. Debe disponer de un espacio aislado para la caldera o la bomba. Además, hay que tener en cuenta qué sistema de calefacción es más económico para lo que hay que valorar factores como el precio de la instalación, el consumo y el mantenimiento.

El precio de la instalación puede ser amortizado a través de un consumo eficiente. Con todo, es complicado determinar el mejor sistema de calefacción, ya que depende de las necesidades del usuario y de las características que se adapten al tipo de vivienda y al dinero del que se dispone. Sin embargo, según estudios recientes, el más eficiente es la aerotermia, ya que recoge la energía del calor del aire o del suelo, únicamente necesitando una cantidad muy reducida de electricidad para la bomba de calor, pero no es adecuado para todas las viviendas.

El mejor para un chalé es la geotermia debido a que tiene el espacio suficiente para las perforaciones y conseguirá un ahorro a largo plazo con un consumo de energía escaso. Para un piso, el gas natural porque ocupa poco espacio y es muy seguro y económico con gran diversidad de ofertas de compañías.