L sector vasco de la construcción muestra cierto recelo al crecimiento de la actividad debido a la reducción de los volúmenes de licitación pública y del número de viviendas iniciadas durante 2020. A medio plazo, sus perspectivas se pueden ver condicionadas por la evolución de las carteras de obra contratada de las empresas vascas. Por este motivo, desde la Asociación de Constructores y Promotores de Bizkaia Ascobi abogan por que las administraciones vascas sigan haciendo un esfuerzo inversor en obra pública.

Durante la presentación de su informe sobre la actividad del sector en 2020 en Euskadi, el secretario general de Ascobi, Iñaki Urresti, hizo un llamamiento a las administraciones a mantener el esfuerzo inversor en obra pública, y señalando que, “su actuación, entre otros agentes, puede resultar determinante para trasladar el efecto inductor de creación de empleo y riqueza de la actividad constructora al conjunto de la economía vasca”.

La licitación pública ha sufrido una reducción de un 24% en los volúmenes de obra puesta en concurso en el conjunto del País Vasco, consecuencia, sin duda, de la paralización, en un primer momento, y posterior “reactivación ralentizada” de los procedimientos administrativos de licitación derivados de la pandemias

En el mismo acto, se expuso la conveniencia de actuar en el sector para, a través de la formación y capacitación necesarias, atraer a más personas a fin de que puedan desarrollar su experiencia laboral en la construcción, dado que las empresas detectan una clara falta de personal cualificado y experimentado.

Para la asociación, la solución para encarar este año pasa además por tres medidas concretas como son la adecuación de los porcentajes de reserva de suelo a las necesidades actuales, la adecuación de los precios máximos de las viviendas de protección oficial a los costes de edificación actuales después de diez años de congelación, y la agilización de licencias y permisos.

En palabras de su secretario general, el sector ha ido tirando durante el año pasado de la obra y vivienda que ya estaba licitada pero si este descenso se mantiene, “en un horizonte de dos meses habrá un claro descenso de la actividad constructora”. Por eso, pide que se mantenga el esfuerzo inversor en obra pública y vivienda de las administraciones, para que se renueven las carteras de pedidos de las constructoras.